Un estudio reciente revela que los periodistas mexicanos señalan que las decisiones editoriales y los intereses comerciales son mayores impedimentos para ejercer su profesión en comparación con amenazas de funcionarios y el narco.
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Los periodistas mexicanos buscan ser agentes de cambio social, pero las condiciones de precariedad laboral y censura, dificultan aún más el ejercicio de su labor en comparación a las presiones del gobierno y el crimen organizado.
Esta es una de las principales conclusiones de la investigadora Mireya Márquez, coordinadora de la Maestría en Comunicación de la Universidad Iberoamericana, quien de la mano de su colega Sallie Hughes, realizó un estudio recién publicado sobre la condición de los periodistas mexicanos, titulado: Panorama de los perfiles demográficos, laborales y profesionales de los periodistas en México.
Un informe donde se documenta que más de dos terceras partes de los periodistas mexicanos han sido censurados, y donde cuatro de cada diez reconocen haber recibido amenazas.
“Nueve de cada diez, casi el 93% de los periodistas nos dicen que para su trabajo es muy importante promover la tolerancia y la diversidad cultural. También nueve de cada diez está de acuerdo que su labor tiene que ser la de fomentar el cambio social”, explica la investigadora.
En contraparte, sólo un 14.8% de los 377 periodistas encuestados consideró que promover una imagen positiva de los líderes políticos es relevante para el trabajo.
Estamos atestiguando que los periodistas mexicanos quieren ser agentes de cambio y transformación. Nos están diciendo que no les basta con sólo describir la realidad, sino claramente nos están hablando de una función más intervencionista para el cambio social”.Mireya Márquez, investigadora de la Universidad Iberoamericana
El estudio también indica que, según los periodistas, las relaciones al interior de los medios de comunicación y los compromisos comerciales son el principal obstáculo para ejercer su trabajo periodístico, incluso por encima de funcionarios de gobierno, el crimen organizado y fuerzas de seguridad.
Más de dos tercios de los periodistas (67.1%) considera que la autocensura ha aumentado, mientras que el 67.4% ha tenido que autocensurarse sobre información potencialmente sensible durante los últimos cinco años como medida de protección. Casi seis de cada diez (57.3%) se ha sometido a la censura de su medio.
El periodismo, pese a lo que uno pudiera pensar que la violencia y todo lo que está pasando tiene más poder de afectar al periodismo, al menos desde la percepción de los periodistas, esto no es así. Vamos de adentro hacia afuera. Lo que más impacta al periodismo son las decisiones editoriales, después los intereses comerciales de las empresas y en tercer lugar las presiones políticas”, añade Márquez.
Pero las presiones sociales no son las únicas con las que tienen que lidiar los comunicadores mexicanos para ejercer su profesión.
Mientras el 14% de los periodistas en el país recibe un salario de 5 mil pesos, la mitad de los periodistas ganan menos de 10 mil pesos mensuales.
Asimismo, un tercio de periodistas debe dobletear en otros trabajos, y dos terceras partes trabajan para dos medios, mientras que sólo el 21.5% de periodistas se consideran especialistas en su tema.
De ahí que “la precariedad laboral inhibe definitivamente que los periodistas realicen estos roles de transformación social”, aún cuando “el Estado y los políticos siguen siendo una fuente de peligro para los periodistas”.
El 42.8% de las amenazas estuvo relacionada con una noticia sobre crimen organizado y 34.9% con una noticia política, según el estudio.
Pero entonces, ¿cómo debe interpretarse el posicionamiento de los grandes medios de comunicación en México tras el asesinato del periodista Javier Valdez, luego de que dichos medios habían permanecido callados ante las agresiones contra la prensa en años previos?
“Parece un poco paradójico que las empresas se pronuncien, porque evidentemente, el Estado tiene una obligación de llevar a los culpables de llevar a los culpables ante la justicia, pero esto no se va a lograr si dentro de los medios no se respeta la profesión periodística. El estudio nos está diciendo que el reportero es altamente vulnerable y que esa vulnerabilidad se exacerba en contextos de violencia, donde están amenazados”, señala Márquez.
“Atestiguamos un ritual de indignación que no trasciende. ¿Por qué? Lo que nos está diciendo esta encuesta es que, es dentro de los medios donde se puede garantizar la salvaguarda de la autonomía de los periodistas. Si ellos perciben que las influencias económicas son todavía más poderosas que las políticas, empecemos por remover esas fuertes de influencia que tienen los periodistas dentro de sus propias empresas”, agrega.
Los periodistas también perciben “una desconfianza generalizada en las instituciones”, razón por la cual no suelen pedir protección al Estado.
El estudio también ubica que en el espectro político, los periodistas se asumen como de centro (60%), de de izquierda (20.9%) y centro izquierda (8.9%); los menos, (con menos del 7%) se ubican en el rango de la derecha o centro-derecha.
“Así que uno se preguntaría a qué obedecen las agendas de los medios de comunicación respecto a muchos temas cuando los propios periodistas se están ubicando en el espectro que defiende los derechos humanos y las agendas de los grupos progresistas”, señala la investigadora.
Sin embargo, no todo es malo, ya que a pesar de las difíciles condiciones que enfrentan los periodistas mexicanos, consideran que en los últimos cinco años hay más facilidades para ejercer el periodismo de investigación gracias a trabajos colectivos, premios, becas y otro tipo de mecanismos que han permitido más escaparates para reportes independientes.
Principales hallazgos del estudio, en cifras:
Más de la mitad de los periodistas (55.2%) considera que han aumentado las presiones del gobernador en su respectiva entidad.
Cuatro de cada diez (43.6%) señala que han aumentado las presiones del presidente de la República.
Sólo tres de cada diez (28.3%) reporta tener libertad para reportar sobre organizaciones criminales.
Cuatro de cada diez periodistas (40.3%) ha recibido amenazas. De estos, tres cuartas partes han recibido amenazas en más de dos ocasiones.
Casi la mitad de los periodistas (50.3%) han tenido que ocultar información a colegas no confiables o sospechosos dentro de la redacción.
Casi dos terceras partes de los periodistas (63.7%) considera que los ataques de políticos a periodistas han aumentado.
Fuente: Huffintongpost