Fueron años de polémica, ruido e impugnación; resoluciones en la Corte en torno a la legalidad de su constitución; un pleito constante con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); varios presidentes-consejeros impugnados por incapaces y años de sometimiento a los intereses de las empresas que reguló. Pero la historia de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) concluyó ayer.
Cofetel no logró acreditar su fuerza como órgano regulador, consideraron especialistas. Arrastró pugnas internas entre sus comisionados durante los dos gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN).
Ahora, el organismo fue borrado de un plumazo con el anuncio de la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones, que asumirá sus facultades y las de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco). La iniciativa del Ejecutivo será debatida por la Cámara de Diputados en la siguiente sesión ordinaria.
Resultado del Pacto por México, es probable que la cámara baja la apruebe con la misma agilidad que la Educativa. Ayer, en el Museo Tecnológico de la CFE en Chapultepec, el secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza expuso que parte fundamental de esta propuesta es fortalecer a los órganos reguladores, cubrir vacíos legales y evitar la doble ventanilla.
Es decir, a las telecomunicaciones las gestionará un solo órgano con lo que se destraba el desencuentro entre la SCT y la Cofetel. “Las instituciones reguladoras de la competencia y de las telecomunicaciones –Cofeco y Cofetel – se transformarán en órganos constitucionales autónomos”, anunció.
Explicó que el nuevo órgano podrá ordenar la desincorporación de activos de los actores económicos en las proporciones necesarias para eliminar efectos anticompetitivos. Y el punto nodal: será el Instituto y ya no el Ejecutivo Federal la instancia facultada para otorgar y revocar las concesiones de radiodifusión y telecomunicaciones.
La Cofetel cargó con el estigma de falta de independencia ante las poderosas empresas que reguló; sobre todo Telmex y Televisa. El propio Luis Téllez, secretario de Comunicaciones durante el calderonismo, acusó a la comisión de estar capturada por los intereses de los regulados.
La Reforma en materia de Telecomunicaciones incluye dos nuevas cadenas de televisión abierta, en las que no podrán participar ni Televisa ni TV Azteca. Ernesto Piedras, uno de los estudiosos más representativos del sector y protagonista de la formación de la Cofetel, admitió, tras la presentación del plan gubernamental, que la regulación actual no se ha actualizado conforme a la evolución de las telecomunicaciones mexicanas.
Pero aún no se ha aplicado a cabalidad –dice el académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE)-. Y ello, justifica el dato de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE): el servicio en México es caro, tiene mala cobertura y la calidad es deficiente. De hecho, Ruiz Esparza, incluyó los datos del organismo internacional.
“Como lo ha señalado la OCDE, México está muy lejos de que las telecomunicaciones sean la plataforma que el país requiere. En 2012, esta organización estimó que tan sólo en el periodo 2005-2009 la pérdida económica atribuida al rezago y a la disfuncionalidad del sector de telecomunicaciones, fue de 129 mil millones de dólares, es decir, el 1.8 por ciento del PIB anual”.
El encargado de la cartera de Comunicaciones anunció también que de aprobarse la reforma, se elevaría de 49 a 100 por ciento la posible participación de inversión extranjera directa en telecomunicaciones y comunicación vía satélite, así como de cero a 49 por ciento en radiodifusión.
Ello había sido un señalamiento de los analistas económicos. En cuanto a las telecomunicaciones, era necesario reformar la Ley de Inversión Extranjera para permitir a compañías fuertes enfrentar a las empresas locales que controlan el mercado mexicano.
Fuente: Sin Embargo