El resultado del afan restaurador de una voluntariosa octogenaria en Borja, cerca de Zaragoza ha dejado al Ecce Homo de la iglesia local convertido en más Ecce Homo que nunca.
El animus jocandi de los turistas ha conseguido incluso llenar la iglesia que se ha convertido en pasto del pitorreo mundial. El Cristo de la Iglesia de Borja que hace más de un siglo pintó en hora y media Elías García Martínez se ha convertido en el cuadro del momento en Internet y medios de todo el mundo.
El antes y el después han dado paso a un auténtico fenómeno burlesco en Internet en donde cientos de caras populares y anónimas han adoptado el nuevo look del Cristo, presente ya en camisetas veraniegas.
Jamás recuerdan tanta gente en la romería al Santuario de Nuestra Señora de la Misericordia. Visitantes y lugareños se han lanzado a una jornada festiva, con danzas tradicionales como protagonistas y con comidas populares entre familias y grupos de amigos. Los vecinos de la localidad aragonesa de Borja se han volcado en el rescate emocional de Cecilia Jiménez, una anciana de 81 años que perpetró el afanoso intento de rescate de la pintura.
La historia del destrozo
Reza la leyenda bajo el “Ecce Homo” que Elías García Martínez tardó en pitarlo dos horas.
Un poco más ha tardado en restaurar la obra espontáneamente y sin consentimiento una vecina del pueblo de 80 años.
El problema es que la restauración ha destrozado la obra original que decora desde el siglo XIX los muros del Santuario de la Misericordia, en la zaragozana localidad de Borja.
El Centro de Estudios Borjanos asegura que nadie había autorizado la rehabilitación del fresco. Algo que desmiente la autora del destrozo.
“El cura lo sabía, el cura lo sabía, el sacerdote de aquí lo sabía. Claro cómo lo voy a hacer yo sin que me lo digan…
Todo el mundo que entraba me veía pintando. Yo a escondidas no lo he hecho nunca”, se defendía Cecilia Giménez.
La nieta del autor, Teresa García, reconoce que la mujer de 80 años ya había restaurado en otras ocasiones la obra, pero nunca como ahora.
“Hasta ahora sólo había tocado lo que es la túnica y entonces el problema ha sido que se ha metido con la cabeza y claro ha destrozado el cuadro”.
La próxima semana unos restauradores profesionales estudiarán el estado en el que ha quedado la obra.
Un estado que de momento ha servido para avivar el ingenio de miles de internautas y que ha inundado las redes sociales de jocosos comentarios.
Fuente: EuroNews