Forenses argentinos afirman que no hay pruebas de que los restos de Mora provinieran del basurero de Cocula. Opinan que los trabajos de identificación y la búsqueda de normalistas deben continuar
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) informó ayer que el laboratorio de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, envió los primeros resultados de las muestras provenientes de restos recuperados en el basurero de Cocula y del río San Buenaventura, en Guerrero, que se le enviaron para analizar y confirmar la identificación de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa.
Sin embargo, el EAAF destaca quepor el momento no hay suficiente certidumbre científica o evidencia física de que los restos recuperados en el río San Juan por peritos de la Procuraduría Generral de la República (PGR) y en parte por el EAAF correspondan a aquellos retirados del basurero de Cocula, como indicaron los inculpados por las autoridades.
En opinión del equipo argentino,falta mayor evidencia física que una los hallazgos de ambos sitios, y tanto los exámenes de los restos como el proceso de búsqueda de los desaparecidos deben continuar.
A continuación, el texto íntegro del EAAF:
El EAAF informa que el laboratorio de genética de la Universidad de Medicina de Innsbruck, Austria, envió los primeros resultados del análisis de las muestras provenientes de restos recuperados en el basurero de Cocula, Guerrero, y de aquellas que, según manifiesta la PGR, provienen de la vera del río San Juan, de la misma localildad.
Los resultados confirman la identificación de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa. El EAAF informó a los familiares y a las 42 familias restantes de los estudiantes desaparecidos, así como a las organizaciones de la sociedad civil que los acompañan. La PGR recibió los resultados al mismo tiempo que el EAAF.
Esta identificación se alcanzó antes de lo esperado porque la muestra en cuestión se encontraba en mejores condiciones de preservación que todas las otras muestras enviadas a Innsbruck. Por esta razón fue posible la recuperación de un tipo de ADN (nuclear) que puede ser altamente efectivo en términos de identificación humana y que en oportunidades como esta permite obtener resultados más rápidamente que otros tipos de ADN que se utilizan con los mismos fines.
El resto de las muestras enviadas a Innsbruck continuarán siendo analizadas, intentando métodos adicionales a los utilizados hasta el momento.
En conferencia de prensa del 31 de octubre de 2014, la PGR mostró declaraciones de los detenidos por el caso, en las cuales indicaban que habían quemado los restos de los normalistas en el basurero de Cocula, colocando en bolsas de plástico fragmentos de huesos quemados y cenizas recogidas de dichos restos.
Según estas mismas declaraciones, los inculpados las habrían arrojado al río San Juan.
Según indicó la PGR al EAAF, el fragmento en cuestión fue encontrado en una bolsa de plástico recuperada por buzos de la Policía Federal en el río San Juan, que fue entregada posteriormente a peritos de esa procuraduría.
El EAAF no estuvo presente en el momento en que los buzos y peritos de la PGR recuperaron dicha bolsa ni participó en el hallazgo de dicho fragmento. Fue convocado por la PGR al lugar cuando ya se encontraba la bolsa de restos abierta y la muestra en cuestión ya se hallaba junto con otras sobre un área de limpieza.
El equipo argentino participó en otros hallazgos de restos a la vera de dicho río junto a peritos de la PGR.
El EAAF desea señalar que esto no afecta la identificación, pero considera que es importante aclarar que no fue testigo del hallazgo de los fragmentos que culminó en esta identificación.
Por último, en opinión de este equipo, por el momento no hay suficiente certidumbre científica o evidencia física de que los restos recuperados en el río San Juan por peritos de la PGR y en parte por el EAAF correspondan a aquellos retirados del basurero de Cocula, como indicaron los inculpados.
Se recuperaron restos humanos quemados y calcinados tanto en el río San Juan como en el basurero de Cocula. La evidencia que une a ambos sitios, por ahora, es esencialmente testimonial, es decir, se desprende por el momento del testimonio de los inculpados.
En opinión del EAAF, falta aún mayor evidencia física que una los hallazgos de ambos sitios, y tanto los exámenes de los restos como el proceso de búsqueda de los desaparecidos deben continuar.
Fuente: La Jornada