A 14 días de su detención, Mauricio Luna Aguilar alias “El Papacho”, fue sentenciado ayer en juicio abreviada a cumplir una pena vitalicia como responsable de los homicidios de los hermanos Elmer y Edgar Iván García Archuleta, reporta El Diario.
La cadena perpetua le fue fijada debido a un mensaje intimidatorio que dejó sobre el cadáver de una de las víctimas, como lo prevé el Artículo 136 fracción X del Código Penal del Estado de Chihuahua, determinó el juez de Garantía Ramón Porras Córdova.
“Aquí andamos y más fuertes que nunca y esto les va a pasar a toda la gente del Gabino Salas y ya estamos en el Valle putos atte. La ______”, se leía en el mensaje que Mauricio Luna Aguilar, “El Papacho”, dejó sobre el cadáver de una de sus víctimas, y que ameritó la imposición de la pena vitalicia.
Datos no oficiales indican que Luna Aguilar –quien en la primera audiencia dijo laborar como sicario en El Valle y recibir por esto un pago semanal de mil 500 pesos– aceptó ser sentenciado en un procedimiento especial abreviado. A cambio pidió que no se ejerza acción penal en contra de sus dos hijos Mauricio y Alan Luna Ayala.
Luna Aguilar fue detenido el pasado 18 de febrero en el poblado de Barreales, ubicado en el Valle de Juárez junto con seis personas más, quienes en conjunto presuntamente tenían ocho armas de fuego, en su mayoría de alto calibre, así como 178 cartuchos de diversos calibres y 24 dosis de mariguana.
Este es el primer procedimiento especial abreviado en el que se dicta una sentencia vitalicia y se realizó a 14 días de que Luna Aguilar fue detenido y a siete días de que fue vinculado a proceso penal por estos ilícitos. Luego de que al parecer el Ministerio Público logró un acuerdo con él para que aceptara su responsabilidad en los delitos y renunciara a su derecho a ir a un Juicio Oral, lo que hubiera alargado su procesamiento.
El activista universitario Elmer García Archuleta, víctima de El Papacho
Exoneró a sus hijos
Ayer, “El Papacho” pidió al Tribunal que lo escuchara en declaración, por lo que subió al estrado y sin ser protestado para que se condujera con verdad, como se hace con la mayoría de los declarantes, exoneró a sus hijos de cualquier participación en los homicidios y secuestros de los Archuleta.
“Yo acepto mis errores, verdad, pero ya que mis hijos… eso es mentira y un muchacho que cayó conmigo aquí, que se llama Jonathan también es inocente. Yo tengo tres años que no les he ayudado (a los hijos), los abandoné cuando mi esposa estaba embarazada de unas gemelas, me fui y me casé con otra mujer y se me hace injusto que los estén juzgando, que les estén echando mal porque ellos no saben de eso verdad”, dijo.
Y continuó: “y pues ya que reconocí mis errores, una vez los golpeé porque me abandonaron, no me hablaban porque yo estaba haciendo el mal, me abandonaron, me puse borracho y los golpeé los dejé tirados en un panteón casi muertos, la Fiscalía sabe de eso.
“Yo los dejé abandonados, me dejaron de hablar y yo me sentí rechazado, por eso sería injusto que los estén acusando de algo que ellos no han hecho, que yo hice, si no les ayudé nunca… ahora que los culpen”, dijo mientras veía al juez y le daba la espalda a las cámaras de televisión y fotográficas de los reporteros que cubrían la noticia.
Sobre la familia Archuleta refirió: “a esa familia no sé qué le hice verdad, pero de esos muchachos yo no tenía derecho, pero ellos saben porqué pasó la cosa, ellos saben qué paso ahí. Eso es lo único que puedo decir de esa familia”.
La sentencia
Ayer, un agente del Ministerio Público pidió al juez una pena de 70 años de cárcel por el secuestro de Elmer; otros 70 años por el plagio de Edgar Iván y 50 por el de Gabriel. Así como pena vitalicia por el homicidio de Elmer y otra vitalicia por el crimen de Edgar Iván y 15 años de prisión por el robo del vehículo propiedad de Gabriel.
Sin embargo, al resolver, el juez determinó que se trata de un concurso real de delitos y que por ley debe sancionarse el ilícito de mayor penalidad, en este caso el homicidio calificado que se castigó en términos de lo dispuesto por el Artículo 136 fracción X, referente a la utilización de mensajes intimidatorios dirigidos a la población.
Los antecedentes del caso indican que entre las 4:00 y las 5:00 de la mañana del 6 de diciembre del 2014, Luna Aguilar, en compañía de otras personas, portando armas de fuego, ingresó a un domicilio ubicado en el poblado de Guadalupe, Distrito Bravos, para privar de la libertad a Elmer García.
“El Papacho” y otros hombres también entraron a una casa domiciliada en la avenida Morelos sin número en el poblado de Guadalupe, Distrito Bravos, para privar de la libertad a Gabriel Archuleta –primo de Elmer–. Ese momento también fue aprovechado por “El Papacho” para robar un automóvil Honda Civic de modelo 1997, propiedad de Gabriel.
También ese 6 de diciembre “El Papacho” y otras personas instalaron un retén en la carretera Juárez Porvenir y usando armas de fuego le hicieron la parada a un camión de transporte de personal para secuestrar a Edgar Iván García Archuleta.
Posteriormente, “El Papacho” y al parecer uno de sus hijos exigieron el pago de 2 mil dólares, cantidad que le fue entregada a la suegra de éste en un centro comercial de Ciudad Juárez.
A pesar de que se pagó el rescate, “El Papacho” decidió asesinar a las víctimas y así se lo hizo saber a los familiares.
“Ya nos enteramos que pusieron dedo. Los familiares le manifestaron que no era como él decía. Posteriormente, por la noche se recibió otra llamada de Mauricio quien les dijo que ya se les había ‘calentado’ mucho Guadalupe y que ya no les iba a decir dónde estaban (las víctimas), pero que las iba a dejar tiradas en la carretera por El Sauzal, que ya pararan bola porque les habían echado a toda la gente encima y los buscarían para matarlos”, indicó el fiscal al dar lectura a la declaración de un pariente de las víctimas.
Fuente: El Diario