El secuestrador de Cleveland, Ariel Castro, fue sentenciado este jueves a más de mil años de cárcel sin derecho a libertad bajo palabra, concluyendo así uno de los casos de desaparición más sonados de los últimos años.
Una de las tres secuestradas durante casi una década, Michelle Knight, de 32 años, estuvo presente para encarar a su victimario, al que le dijo que “enfrentaría el infierno por la eternidad”.
Las jóvenes secuestradas mantuvieron diarios sobre los abusos que recibieron por parte de su secuestrador, parte de los cuales salieron a relucir nuevamente en la Corte.
Castro se declaró culpable de 937 cargos y enfrenta cadena perpetua y más de mil años de cárcel.
Los diarios relatan en detalle los continuos abusos sexuales a las que fueron sometidas, como fueron encadenadas por los tobillos, y como se vieron obligadas a utilizar bolsas de plástico para hacer sus necesidades.
Las jóvenes cuentan además que fueron tratadas como “prisioneras de guerra” donde se las castigaba en habitaciones a oscuras, Castro solamente las alimentaba una vez al día o las llevaba al sótano para que sufrieran el frío, o las trasladaba al ático para que aguantaran el calor.
Las otras dos secuestradas, Amanda Berry y Gina DeJesus, no quisieron estar presentes en la audiencia, aunque si estuvieron sus representantes legales.
Fuente: Voz de América