Tras 29 días consecutivos en huelga, los trabajadores ferroviarios que protestan contra los planes del gobierno de Francia para reformar el sistema de pensiones batieron un nuevo récord el jueves, sobrepasando incluso los largos paros de la década de 1980.
Las huelgas nacionales contra el nuevo sistema de jubilación del Gobierno comenzaron el 5 de diciembre. El jueves, superaron a una protesta de la empresa ferroviaria estatal SNCF que duró 28 días entre 1986 y 1987.
Las movilizaciones han paralizado los servicios de tren y metro en París y en todo el país durante el periodo de Navidad y Año Nuevo, y siguen provocando importantes interrupciones.
SNCF reportó que la mitad de sus reconocidos trenes de alta velocidad no circulaban el jueves. Solo dos líneas automatizadas funcionaban con normalidad en el metro de la capital, con trayectos irregulares o inexistentes en el resto de la red.
Los sindicatos se preparan para nuevas protestas la próxima semana, coincidiendo con la reapertura de las escuelas tras el paro navideño y la reanudación de las negociaciones con el Gobierno del Presidente, Emmanuel Macron.
En un discurso de Año Nuevo televisado, Macron reiteró el martes su compromiso con la reforma pero instó al ejecutivo a “encontrar el camino para un compromiso rápido” con los sindicatos.
Macron se mantuvo firme en los principios de la reforma, incluyendo la medida más criticada: elevar la edad para cobrar una pensión de jubilación completa de los 62 a los 64 años. Según el mandatario, el nuevo sistema será más justo con todos los trabajadores franceses y más sostenible en el plano financiero.
El proyecto busca integrar docenas de sistemas de pensiones independientes en uno y eliminar los acuerdos especiales que permiten a algunos trabajadores del sector transportes retirarse a los 50.
INICIO DE AÑO DIFÍCIL
Emmanuel Macron inició el miércoles el que aparenta ser otro año agitado para su presidencia, enfrentando nuevas críticas por reafirmar en su discurso de Año Nuevo su compromiso con una reforma al sistema de pensiones que ha generado intensa oposición.
El líder de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon tuiteó que el discurso televisado de Macron fue “una declaración de guerra contra los millones de franceses que rechazan su reforma”.
El partido de extrema derecha Agrupación Nacional fue igual de crítico. Su portavoz Laurent Jacobelli acusó a Macron de apegarse a su reforma a las pensiones “como un niño malcriado aferrándose a su juguete”.
La Agrupación Nacional -que solía llamarse Frente Nacional- y la Francia Insumisa de Mélenchon estuvieron entre las que más votos captaron en los comicios presidenciales de 2017, que Macron ganó con una plataforma centrista en la que promovía una reforma laboral y prometía reestructurar la política francesa.
El partido de Macron cuenta con una amplia mayoría en la poderosa cámara baja del Parlamento, por lo que las calles se han convertido en el principal escenario en el que la oposición expresa su inconformidad. El miércoles fue el día 28 consecutivo de huelgas encabezadas por los sindicatos que han paralizado la red ferroviaria de Francia, y han convertido la transportación por París en un verdadero problema, ya que la mayoría de las líneas del metro están cerradas u operan intermitentemente.
Fuente: EFE