Tras señalar que el bloqueo de Estados Unidos “supera los deseos de desarrollo y de hacer frente a las carencias”, el gobierno de Cuba anunció ayer que levantará el resto del año restricciones aduaneras que limitan la importación de medicamentos y alimentos, tres días después de movilizaciones opositoras en esta capital y otras ciudades de la isla.
El presidente Miguel Díaz-Canel llamó a la unidad durante una emisión especial del programa Mesa Redonda e instó a hacer un análisis crítico y autocrítico de las causas de los disturbios del domingo pasado, y convocó a la paz, la concordia y el respeto entre ciudadanos.
En el mismo programa televisivo, el primer ministro, Manuel Marrero, indicó que a partir del lunes próximo y hasta el 31 de diciembre se podrá ingresar al país con maletas cargadas con alimentos, material para aseo y medicamentos que cumplan las normas sanitarias establecidas, sin límite de valor de importación y libre de pago de aranceles, con la finalidad de aliviar la situación de desabasto que vive el país.
Esta era una de las medidas solicitadas por académicos e intelectuales en una reciente carta abierta dirigida al gobierno, para aliviar la escasez de productos básicos, que figuraron entre las motivaciones de las protestas del domingo.
Las leyes cubanas permiten la importación no comercial de 10 kilos de medicamentos, libre de impuestos, mientras pone topes a alimentos y otros productos, por los que sí cobra aranceles.
“Usted puede traer la cantidad de alimentos, productos de aseo y medicamentos que considere, el límite no lo ponemos nosotros, no lo pone el país, no lo pone la aduana, el límite se lo puede poner la aerolínea”, indicó Marrero.
Un grupo de artistas e intelectuales, entre ellos el cineasta Fernando Pérez y el economista Carmelo Mesa Lago, habían pedido facilitar el proceso “para permitir la entrada de medicamentos y enseres médicos al país”.
Las autoridades han dicho que las protestas fueron provocadas por una campaña en redes sociales con la etiqueta #SOSCuba, que pedía una “intervención humanitaria” impulsada por “contrarrevolucionarios”, en un intento de desestabilizar el país.
Durante el programa se transmitieron videos en los que se ve a decenas de personas saqueando un establecimiento. “Este no es el comportamiento que tienen los cubanos. Nuestra sociedad no genera odio, sino solidaridad”, comentó Díaz-Canel.
El gobernante mencionó que “las agresiones detectadas en las protestas tuvieron un comportamiento salvaje y fueron manipuladas”, y puso como ejemplo que el lunes en el barrio capitalino de La Guinera la gente iba directo a atacar una estación de policía, pretendía quemarla con la idea de huir en barcos estadunidenes. En esos disturbios un hombre murió y varios ciudadanos y agentes resultaron heridos, reportó antier el gobierno.
Díaz-Canel insistió en que su llamado a defender las calles “fue malinterpretado y manipulado” por los opositores, y reafirmó la “legitimidad de proteger los bienes del pueblo, el respeto a la ley y preservar la tranquilidad ciudadana ante elementos desestabilizadores”.
Reiteró que este plan se ha apoyado en una enorme campaña de desinformación desplegada en redes sociales y medios de comunicación opositores, con la intención de generar “confusión” y “pánico” en la isla, lo que calificó de “terrorismo mediático”.
Señaló que los “disturbios” del domingo “forman parte de un plan deliberado que responde a los preceptos de guerra no convencional y al manual del llamado golpe suave.
“Han coincidido el reforzamiento del bloqueo estadunidense y el pico de la pandemia por Covid-19 en las últimas semanas, lo que hizo creer a la mafia cubanoestadunidense que el momento de la estocada final había llegado”, remarcó el jefe de Estado.
Añadió que esos “sectores reaccionaron, además, a los anuncios en Washington de que el gobierno del presidente Joe Biden realizaría una revisión de su política hacia Cuba, heredada de la administración de Donald Trump”.
Insistió: “nuestros sueños y deseos son superados por ese bloqueo que nos impide avanzar a la velocidad que necesitamos” y explicó que “esa política hostil y de cerco provoca incomprensión y afecta las esperanzas de los ciudadanos” de la isla, que enfrenta carencia de divisas y el cierre de sus fuentes de ingreso.
“Por eso decimos que es genocida y demerita a Estados Unidos frente a un pequeño país que quiere conseguir la justicia social”, subrayó Díaz-Canel, y reiteró: “si nos dejan actuar, si no nos ponen trabas, podemos alcanzar la prosperidad económica y multiplicar la inmensa obra social gestada por la revolución”.
Manifestó que “la economía cubana funciona en condiciones de guerra”, tarea que calificó de “compleja y retadora para superar adversidades y enfrentar una brutal campaña mediática atizada desde el exterior”.
Más información sobre lo expuesto en el programa Mesa Redonda en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/07/14/diaz-canel-y-dirigentes-del-gobierno-comparecen-en-la-mesa-redonda-video/
Fuente: Prensa Latina/ CUba Debate