Cuba permance abierto a mayores vínculos diplomáticos y comerciales, pero la delegación americana no se reunió como buscaban con el presidente Raúl Castro. Cuba ha ofrecido hasta ahora una acogida cautelosamente positiva al alivio del embargo por parte de Obama, pero que mantendrá su sistema político de un solo partido y de economía estatal centralizada.
Por Michael Weissenstein y Anne-Marie García
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba dijo el lunes a un grupo de legisladores federales estadounidenses que su país está abierto a mayores vínculos diplomáticos y comerciales, pero la delegación no se reunió con el presidente Raúl Castro, el hombre que tomará muchas de las decisiones cruciales sobre la nueva relación entre ambos países.
La delegación de Estados Unidos estuvo encabezada por el senador Patrick Leahy, que tuvo una participación crucial en la liberación del contratista estadounidense Alan Gross como parte de un intercambio de prisioneros que allanó el camino hacia la búsqueda de relaciones diplomáticas plenas. Leahy se ha reunido con Castro en viajes previos a Cuba, pero no lo hizo el lunes, dos días antes de que la secretaria de Estado adjunta, Roberta Jacobson, llegue a La Habana para negociar la reapertura de la embajada de Estados Unidos.
La delegación se reunió durante varias horas con el ministro Bruno Rodríguez, quien dijo a los legisladores que Cuba recibe con beneplácito el alivio del embargo comercial por parte del presidente Barack Obama, lo cual podría permitir más viajes a Cuba y vínculos económicos, como exportación de equipos de telecomunicaciones y bienes a nivel mayorista dirigidos al pequeño sector privado de la isla.
“(Bruno Rodríguez) está abierto a cualquier asunto, desde el comercio hasta las telecomunicaciones”, dijo Leahy a reporteros antes de salir de La Habana. “Habló sobre viajes de ida y vuelta, asuntos médicos. Participa en todos los temas”.
Leahy y otros cinco senadores y representantes demócratas estuvieron tratando de facilitar el establecimiento de relaciones plenas transmitiendo a los funcionarios cubanos que sus decisiones en los próximos meses influirán sobre la disposición del Congreso a las reformas del presidente Barack Obama. Al mismo tiempo, trataron de percibir el gran misterio que hay más allá del nuevo escenario en las relaciones: ¿Cómo responderá el gobierno de Castro a la presión de Estados Unidos para que amplíe sus relaciones diplomáticas y vínculos comerciales?
Cuba ha ofrecido hasta ahora una acogida cautelosamente positiva al alivio del embargo por parte de Obama, pero que mantendrá su sistema político de un solo partido y de economía estatal centralizada.
Cuba ha liberado a 53 prisioneros de una lista de disidentes que Estados Unidos quería que liberara, pero no ha dicho nada sobre si permitirá que productos estadounidenses lleguen a la población sin los enormes impuestos y normas que impiden que muchos productos extranjeros lleguen al cubano común.
Con las relaciones diplomáticas sumamente restringidas, algunos de los contactos más significativos en los últimos años han sido liderados por legisladores federales. Aunque las decisiones de Obama caen bajo la autoridad ejecutiva y no requieren la autorización del Congreso, legisladores podrían impedir medidas cruciales, como el retiro de Cuba de la lista de estados promotores de terrorismo.
El sábado la delegación estadounidense se reunió con funcionarios del Ministerio de Cultura para hablar sobre la posible participación de la isla en el Festival Folklórico del Smithsonian Institution, una celebración de arte y cultura tradicional que se celebra en verano en la National Mall de Washington. Los senadores se reunieron el domingo con más de una decena de disidentes, incluidos críticos de las negociaciones secretas de 18 meses que llevaron al anuncio de la nueva política el mes pasado.
“La reunión fue amable, escucharon las distintas posiciones. Pero los senadores y sobre todo el principal se muestran muy favorable a las medidas de Obama y buscan que se les diga que se está de acuerdo con eso”, dijo Antonio Rodiles, quien criticó al gobierno de Obama por no lograr conseguir garantías suficientes de reforma por parte de Castro. “Mencioné que el proceso ha transcurrido con falta de transparencia y que faltó un balance en las opiniones”.
Elizardo Sánchez, director de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, una organización cubana no gubernamental que rastrea detenciones políticas, dijo que participantes a la reunión entregaron una lista de 24 personas que están presas desde hace mucho tiempo y que quieren que el gobierno de Obama pida su liberación.
El lunes la delegación tenía planeado reunirse con funcionarios cubanos de menor rango en los rubros de Agricultura, Medio Ambiente y Telecomunicaciones.
Fuente: AP