Por Leo Zuckermann
Es imposible saberlo con la información de su Declaración Patrimonial publicada la semana pasada. Peor aún, el supuesto ejercicio de transparentar los bienes del gabinete presidencial ha dejado más dudas que respuestas, sobre todo relacionadas con múltiples donaciones que recibieron Peña y varios de sus subordinados antes de llegar al poder.
El Presidente percibe 193 mil pesos por el cargo público que ejerce. Tiene varias cuentas bancarias, de inversión y de otro tipo. Posee, además, monedas y metales. En contraposición, no tiene deudas. Esto quiere decir que su balance contable es positivo pero no sabemos de cuánto. Igual Peña es un hombre riquísimo, igual y sigue siendo de clase media, como era cuando se convirtió en gobernador del Estado de México.
En cuanto a los bienes inmuebles de su propiedad, tiene nueve. Dos casas las compró, en contado, en 1982 y 2005. Heredó un departamento en 2001. Luego tiene dos casas y cuatro terrenos que le donaron. Francamente no entiendo este concepto de “donación”. ¿Quién se las donó y a cambio de qué?
El asunto es particularmente relevante para aquellas propiedades donadas después de 2006 cuando Peña ya era gobernador del Estado de México y con perspectivas de convertirse en candidato presidencial. En 2009 le donaron un terreno de dos mil 500 metros cuadrados. No se dice dónde, por lo que es imposible saber si recibió una fortuna porque está en Polanco o si se trata de una propiedad rural de escaso valor.
El 8 de diciembre de 2011, el Presidente incorporó tres bienes inmuebles que le fueron donados: dos casas, una de 150 y otra de 338 metros cuadrados de construcción más un terreno de más de 58 mil metros cuadrados. Otra vez, como no sabemos dónde están, pues desconocemos su valor. En la misma fecha, Peñarecibió en donación obras de arte y joyas. No se especifica cuáles ni su precio. Por tanto, en ese rubro caben desde una litografía de un artista menor y un buen relojito Cartier, hasta un óleo original de Van Gogh y un diamante rosa de 24 kilates. Reitero: ¿Qué le donaron al hoy Presidente, quién se lo donó y por qué?
El Presidente no es el único funcionario que ha recibido donaciones. David Korenfeld, el flamante director de la Comisión Nacional del Agua, reporta que el año pasado alguien le donó una camioneta Range Rover y que en 2000 le donaron relojes y joyería. Enrique Martínez, secretario de Agricultura, declara cuatro terrenos donados. Julián Olivas, nada menos que el encargado del despacho de la Secretaría de la Función Pública que procesa y fiscaliza las declaraciones patrimoniales, manifiesta haber recibido tres terrenos y una casa en donación. Al secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete, le donaron su primer bien inmueble, una casa, de las 11 propiedades que tiene. A Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo, le donaron un terreno de mil metros cuadrados tres días antes de que comenzara este sexenio y recibió una donación de una “acción” el 16 de noviembre pasado.
Todos los mandos medios y superiores del gobierno, al llenar su Declaración Patrimonial, deciden si hacen públicos los datos o si prefieren mantenerlos confidenciales. El gabinete presidencial, con excepción del procurador General de la República, decidió hacerlos “medio públicos”, que es la peor de las opciones porque la información provista no sirve más que para sembrar muchas dudas. Los ciudadanos no vamos a poder comparar la riqueza que tenía un funcionario cuando entró, versus la que poseía cuando salió. Si resulta que el Presidente o algún secretario incrementó su patrimonio más allá de lo que percibía mensualmente por sus distintos ingresos, pues hay un caso de enriquecimiento inexplicable. A la Secretaría de la Función Pública, o cualquier institución que la sustituya, le corresponde hacer este análisis y proceder legalmente si hay evidencia de corrupción. Por eso, en las declaraciones sí se les solicita a los funcionarios el valor aproximado de sus bienes, información que no aparece en las declaraciones que el gobierno publicó la semana pasada. De esta forma no vamos a saber si, por ejemplo, Peña era un hombre inmensamente rico cuando llegó a la Presidencia y que salió con la misma riqueza. O si tenía un buen patrimonio que seis años después multiplicó.
Amén del tema de las donaciones que, como dije arriba, yo no entiendo, porque a mí, como a la mayoría de la gente que conozco, nunca me han donado nada en mi vida. Resulta extraño que haya muchos políticos, incluyendo al Presidente, que reciben donaciones. ¿De quién, con qué valor y a cambio de qué? Espero lo respondan.
Twitter: @leozuckermann
Fuente: Excélsior