Por Jenaro Villamil
Día del paro nacional convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, a unos días de promulgada por el Ejecutivo federal la polémica reforma y sus leyes secundarias. En más de una decena de entidades se registran marchas, paros, plantones. Algunos profesores, provenientes de grupos distintos o, incluso, de las secciones del SNTE –la denominación oficialista- apoyan los paros.
En la Ciudad de México se esperaba un día conflictivo. Los maestros anunciaron una marcha desde el Zócalo hasta Los Pinos, sede de la residencia oficial. La circulación de la avenida Reforma fue cortada desde las 9 de la mañana.
A las 11 horas, en el cruce de Reforma e Insurgentes pasa la marcha de la CNTE. Se les unen alumnos de preparatorias. Desde el Monumento a Cuahutémoc, integrantes de jubilados y trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas saludan a los maestros. Les echan porras. Los saludan.
Algunos ciudadanos, ajenos a la furia mediática inducida, deciden salir a apoyarlos. Los aplauden. “No se rajen”. Otros, furiosos desde días atrás por la grave afectación al tráfico en las arterias principales, prefieren mirar de reojo la marcha. Quizá es la más grande protagonizada por los profesores.
“¡Evaluación al presidente, para que vea lo que se siente!”, corean los maestros.
La mayoría de las consignas son contra Peña Nieto. El presidente que emitió una reforma legal vista como un agravio, punitiva y privatizadora, por los maestros de la CNTE. Ya el titular de la SEP les dijo “minoría”. Y ellos demostrarán este día, 11 de septiembre cabalístico, que no lo son.
Llegan al mediodía a Los Pinos, la residencia oficial del jefe del Ejecutivo. Ya no van a Gobernación, a las cámaras del Congreso, a la SEP o al Aeropuerto Internacional. Van a la sede de donde ellos consideran salió el agravio principal.
Algo sucede a las 14:30 horas que los integrantes de la CNTE salen furiosos de la residencia oficial de Los Pinos. Algunos medios, como Milenio TV –que transmite casi en vivo-, advierten que la coordinadora se molestó porque los canalizaron con funcionarios de “bajo nivel”. Otros señalan que fue porque la comisión de la CNTE era demasiado numerosa. Pichicaterías frente a un conflicto social que llega a su momento más álgido.
Los maestros están rodeados por granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. Más distantes, policías del Estado de México, resguardan directamente la residencia del hijo predilecto de Atlacomulco.
“¡Vamos a bloquear Periférico y Circuito Interior!”, gritan algunos.
“Vamos a estrangular al Distrito Federal hasta que nos atienda Peña Nieto”, corean otros.
Y en ese momento, a las 15:30 horas, comenzó el peor momento de la marcha y el plantón de la CNTE. Grupos de maestros quisieron atravesar la muralla de los granaderos para bloquear la Calzada Chivatito. Otros quisieron dirigirse hacia el Periférico, en una de las horas más graves de la siempre imprevisible capital de la República.
Los granaderos les impiden el paso. Lanzan sus escudos contra varios manifestantes. En redes sociales corre la especie de que les lanzaron gas lacrimógeno. No queda claro. Sólo se observan en imágenes de Twitter, y de Milenio TV que la furia está a punto de generar un enfrentamiento de pronóstico reservado.
La SSP evita, a toda costa, el bloque de Periférico. La “operación hormiga” no les funcionó a la CNTE. No pudieron cerrar esta vía. A cambio, el cruce de Reforma y Circuito Interior sí se ve afectado.
Un conflicto de origen social, de derivaciones políticas y con escenarios nada favorables, se pretende mostrar como un problema urbano, de tráfico y de marchas.
“¡Nos están agrediendo!”, se escucha en la transmisión de MilenioTV a una mujer de la CNTE en altavoz, frente a Los Pinos. Entrevistan a uno de los que jóvenes de Iztapalapa, que llevó el equipo de sonido, y fue golpeado por los granaderos. Tiene heridas en la frente.
El forcejeo dura casi una hora. La tensión es máxima.
En redes sociales, especialmente en Twitter, se envían imágenes y mensajes de lo que está sucediendo. El hashtag de menosprecio a la CNTE, #EstamosHartosCNTE, se vuelve al Trending Tópic más importante de la tarde. Ahí está la otra furia: la de los comerciantes, automovilistas, oficinistas y capitalinos que ya quieren retornar a la “normalidad del caos” del Distrito Federal.
Fuente: Homozapping