Por Stella Calloni
El Senado de Argentina votó en favor del allanamiento a los domicilios de la ex presidenta y senadora Cristina Fernández de Kirchner, que ella misma autorizó este martes, pero solicitando la presencia de senadores, pidiendo que no se fotografiara, y recordando que ésta es la cuarta vez que allanan su domicilio, y este miércoles dijo ante la cámara alta que existe una manipulación“descarada, humillante y grosera” hacia ella y que el Poder Judicial se ha transformado en un instrumento de persecución y proscripción política.
Se refirió asimismo a las seis causas abiertas por el juez Claudio Bonadío, declarado enemigo público de la ex mandataria (2007-2015), quien es comparado con Sérgio Moro de Brasil, por la relación de ambos con Washington y la persecución contra los ex presidente Dilma Rousseff (2011-2016) y Luiz Inácio Lula Dal Silva (2003-2011), a quien mantiene preso sin pruebas y utilizando recursos ilegales.
La ex mandataria advirtió sobre la doble vara de la justicia, que cuando existe alguna denuncia sobre funcionarios de la alianza oficialista Cambiemos, sacan jueces, se desplazan fiscales, y recordó que ha solicitado más de una docena de veces una auditoría de toda la obra pública.
Hizo referencia a lo sucedido con los senadores que en 2001 fueron acusados de haber recibido altas sumas de dinero, para votar la ley de reforma laboral, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, ante lo cual renunció el vicepresidente Carlos “Chacho” Alvarez, denunciando esa situación. Nunca hubo allanamientos a las casas de los senadores, recordando que tampoco se allanó la casa de la actual presidenta del Senado, Gabriela Michetti, vicepresidenta de la Nación.
“A usted misma vicepresidenta le encontraron bolsos con dinero en su casa. ¿Le allanaron su casa?”, interrogó Fernández de Kirchner al añadir que si es de Cambiemos “o vota lo que quiere el oficialismo, no pasa nada”.
En otro orden se preguntó: “¿realmente creen que los arrepentidos están diciendo la verdad?”, en relación a lo que sucede en la causa donde está acusada por Bonadío por el supuesto pago de sobornos en la obra pública y que el periodista e investigador Horacio Verbitsky caracterizó como un “proceso extorsivo”, donde a todos los que admiten algo, sin presentar pruebas se van libres, mientras que los que no confiesan lo que quiere el juez van presos.
Abordó además el escándalo de los donantes falsos a la campaña de Cambiemos en 2017 en la provincia de Buenos Aires, y advirtió que la estrategia de la manipulación judicial es utilizada regionalmente, refiriéndose a la prisión de Lula, a quien dijo, “metieron preso porque ganaba las elecciones” y la misma persecución se da en estos momentos con el ex gobernante Rafael Correa (2007-2017) en Ecuador.
Habló del endeudamiento por mucho más de cien mi millones de dólares del gobierno de Mauricio Macri cuando el país estaba desendeudado y del pedido de ampliación de deuda al Fondo Monetario Internacional. “¿Dónde está el dinero que llegó al país?”, se preguntó y aclaró que no es encarcelando a opositores como va a ser gobernable el país. “El principal problema de este gobierno es el gobierno mismo”.
En tanto, avanza la causa del llamado “cuaderno-gate” en referencia a la fotocopia de un supuesto cuaderno escrito por un chofer desde “hace años” en una prolífica tarea propia de servicios de inteligencia, para acusar a la ex presidenta de encabezar una “asociación ilícita”, y que ya es denunciada como un proceso extorsivo, como la calificó el periodista e investigador Horacio Verbitsky”.
El juez Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli, enemigos declarados de la ex mandataria, se apoderaron ilegalmente de la causa en combinación con el derechista diario La Nación-y sostenida por el Grupo Clarín en su conjunto- en base a una fotocopia faltando el original que oportunamente dijo haber quemado el chofer Oscar Centeno, ex suboficial del ejército durante la pasada dictadura militar (1973-1983)- y decidieron citar a todos los nombrado por éste, en su mayoría grandes empresarios.
Los testimonios están condicionados abiertamente. El empresario Jorge Rodríguez, quien se presentó este martes voluntariamente, demostró que la fecha en que lo ubicaba Centeno en una oficina determinada en Buenos Aires, es falsa. El chofer dijo que en 2013 fue a ese lugar a buscar supuestamente bolsos de dinero, cuando Rodríguez recién alquiló esa oficina más de un año después en 2014.
Explicó Rodríguez y demostró a Bonadío que el 17 de septiembre de 2013 ingresó a Estados Unidos, por lo que resulta improbable que un día más tarde haya estado en Buenos Aires realizando las operaciones de presunto pago de coimas que dijo Centeno.
En el marco de la investigación el abogado Mariano Cúneo Libarona, defensor del empresario Sergio Taselli, dijo este miércoles que su defendido, que este martes negó las acusaciones, quedó detenido. “Si no sale en libertad en breve lapso va a mentir y va a involucrar a alguno. No va a presentarse como arrepentido, salvo que quede preso y tenga que inventar algo, confesar algo, involucrar a alguien”.
Añadió “tenés que arrepentirte, confesar algo, e involucrar gente. Si decís que sos inocente quedas preso. Hay que ir y confesar, si no quedas preso”.
Legisladores de Cambiemos, convocaron la noche del martes a una manifestación a sus seguidores ante el Congreso y Tribunales, a la que concurrieron connotados figuras de la derecha local, como Cecilia Pando, defensora de la pasada dictadura militar y otros pidieron a gritos que la ex presidenta vaya presa.
Fuente: La Jornada