La cifra es mayor a la registrada en el mismo periodo de 2015, cuando hubo 2 mil 593 casos.
Suman dos mil 864 tomas clandestinas las registradas por Petróleos Mexicanos en la primera mitad de este año, cifra 10.4 por ciento mayor a la reportada en el mismo semestre de 2015 (dos mil 593).
Los principales estados donde se sigue concentrando el problema, que representa una merma en las finanzas de la petrolera, son Puebla, Guanajuato, Tamaulipas y Veracruz.
En Puebla se detectaron 601 ordeñas ilegales a los ductos de Pemex, un crecimiento de 61 por ciento respecto a las 373 de los seis primeros meses de 2015.
En Guanajuato fueron 584 tomas clandestinas, un aumento de 205 perforaciones realizadas por el crimen organizado en el periodo que se compara.
Pemex estima que las pérdidas anuales por el robo de combustibles es de 20 mil millones de pesos, un promedio de mil millones 666 mil pesos al mes.
El robo de combustibles sigue siendo un dolor de cabeza para la empresa; aunque Pemex ha emprendido acciones para erradicar el problema, en su último reporte anual reconoce que han sido “insuficientes”.
“Dada la sofisticación y alcance de esta red de criminal y sus actividades, las medidas preventivas por sí mismas han sido insuficientes para eliminar la amenaza del mercado ilícito de combustibles”, señala la dependencia.
En ese sentido, la petrolera se ha abocado a desarrollar un modelo operativo sustentable para salvaguardar sus áreas de operación, que comprenden aproximadamente dos millones de kilómetros cuadrados en campos de regiones terrestres y 3.2 millones de kilómetros cuadrados de aguas territoriales mexicanas.
También ha invertido 282 millones de dólares entre 2014 y 2016 para su sistema de control y adquisición de datos, “el cual está diseñado para detectar cualquier descenso de presión en los ductos, con el fin de identificar y prevenir tomas clandestinas”, reporta Pemex.
AGENCIAS