Los Bundy, líderes de la milicia que desafía al Estado, proceden de una saga rebelde que ya puso en apuros a Washington en 2014. La policía mata al portavoz de los atrincherados en Malheur.
Por Pablo Pardo/ El Mundo
La familia que más problemas ha causado a Baracl Obama está detenida. Al menos, dos de sus miembros: Ammon Bundy, de 41 años, y su hermano Ryan, de 43. Ammon Bundy ha sido el líder de la ocupación de un edificio del gobierno en el Refugio de la Vida Salvaje de Malheur en Oregón, que comenzó el 3 de enero yaún no ha concluido. Pero tanto él como su hermano fueron arrestados el martes por la noche en una autopista a unos 20 kilómetros del Refugio. En la operación murió LaVoy Finicum, el portavoz de los rebeldes, a los que una parte de la izquierda de EEUU califica de ‘terroristas’.
Las autoridades han declarado que Finicum fue abatido por la policía cuando no se detuvo en el control de carretera en el que sus compañeros fueron detenidos. Su muerte introduce un toque de tragedia en toda la ocupación del Refugio. Finicum era un personaje que había ganado una enorme notoriedad en EEUU, donde se le conocía como el ‘hombre-toldo’ –con su propio ‘hashtag’ en Twitter, #tarpman (#hombretoldo)– por una rocambolesca entrevista que había dado a la televisión MSNBC tapado con un plástico azul. Él era, además, el portavoz de los amotinados, cuyo número podría llegar a 200, según la prensa local.
Quien sigue libre es Cliven Bundy, el padre de Ammon y Ryan, que en 2014 protagonizó-y ganó- un enfrentamiento parecido cuando se negó a pagar un millón de dólares al Estado en concepto de tasas por pastar sus vacas en terrenos de titularidad pública durante 30 años. Cliven Bundy se atrincheró en su rancho de Nevada y, con el apoyo de cientos de fanáticos, puso al Gobierno de Obama en la tesitura de entrar a tiro limpio o dejarle que siguiera sin pagar. Y eso último es lo que acabó pasando. En el caso de Oregón, sus hijos y sus compinches exigen que el Refugio de la Vida Salvaje de Maheur sea desmantelado y se permita la caza, la explotación maderera y la ganadería en él.
Mientras, el sheriff del condado de Harney, Dave Ward, ha lanzado una claraadvertencia a los ocupantes. “Es hora de que todo la gente se marche. No debe haber un baño de sangre en nuestra comunidad”, ha declarado en una rueda de prensa.
Los Bundy son mormones. Como también lo era Finicum. Ammon, de hecho, es unnombre puramente mormón. Otro de los asaltantes, cuya identidad no ha sido hecha pública, se identificó como “el capitán Moroni”, de Utah en una entrevista a la radiotelevisión pública de Oregón. Moroni es uno de los personajes más importantes de la tradición mormona, donde se rebela contra un Gobierno tiránico y, además, se convierte en un genio militar. No hay ninguna evidencia de que Moroni existiera, entre otras cosas porque en el siglo I antes de Cristo, que es cuando el Libro de Mormón sitúa su existencia, en Estados Unidos andaban con el arco y las flechas cazando bisontes, y no había civilizaciones estilo Mesopotamia, que es lo que propone el texto canónico de esa religión. Pero aquí no se trata defidelidad histórica -a fin de cuentas, los amotinados del refugio tampoco parecen genios militares-, sino de simbolismo religioso. Y ése es más que evidente.
Así que hay un componente religioso. De hecho, en algunos círculos particularmente liberales de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días ha llegado a plantearse la posibilidad de excomulgar a aquellos miembros de esa religión que tomen parte en la ocupación del refugio de Malheur o de otras propiedades del Estado. Otros, más conservadores, han defendido la misma política, pero por motivos opuestos: es probable que los amotinados tomen café, que está prohibidopor el mormonismo; que no reciban la atención espiritual que es obligatoria para los miembros de esa religión; o que, sobrados de virilidad y sin hembras con las que desahogarse en el alto desierto oregoniano, caigan en la tentación onanista o, peor aún, sodomítica (la presencia de ganado está prohibida en la zona, lo que parece eliminar una potencial tentación).
Entretanto, la iglesia mormona se apresuró, ya en los primeros días de la ocupación, a condenar la acción y a desvincularse totalmente de ella en un comunicado público. De hecho, es imposible saber con certeza la afiliación religiosa de los militantes, y las informaciones que apuntan a que hay un número importante de mormones contradicen otras que reducen esa cifra a seis personas.
Sí es cierto que todos estos extremistas tienden a justificar sus actos en la religión. El propio Ammon ha declarado que “Dios no está contento con lo que ha pasado con los Hammonds”. Y Cliven Bundy, el padre de Ammon y Ray, fue muy explícito acerca del enfrentamiento que mantuvo con las autoridades en 2014, cuando preguntó a una multitud de personas que habían ido a su rancho a apoyarle si “nuestra Constitución no es un documento inspirado por Dios, igual que el Libro de Mormón y la Biblia”. Por supuesto, la respuesta de sus seguidores fue “sí”.
Fuente: El Mundo