La Corte Nacional de Justicia de Ecuador ratificó la condena de ocho años de prisión contra el expresidente Rafael Correa por el llamado “caso Sobornos”. “Caso y sentencia más ridículos no puede haber”, ha respondido Correa de inmediato. La sentencia se produce luego de que Ecuador proscribiera el partido Fuerza Compromiso Social, con el que Correa busca participar en los comicios de 2021.
El tribunal negó la tarde de este lunes la apelación presentada por el político que gobernó Ecuador entre 2007 y 2017 en el caso de cohecho por el que se le sentenció el pasado 7 de abril junto con otras 17 personas, entre ellas varios funcionarios de su gobierno.
Una vez conocida la decisión del Tribunal de Apelaciones, Correa manifestó: “Aunque es difícil de creer, era de esperarse. Caso y sentencia más ridículos no puede haber. No nos van a derrotar, pero me duele toda la gente inocente que está sufriendo por intentar hacerme daño a mí”.
Aunque es difícil de creer, era de esperarse.
“Caso” y “sentencia” más ridículos no puede haber.
No nos van a derrotar, pero me duele toda la gente inocente que está sufriendo por intentar hacerme daño a mí.#LosCorruptosSiempreFueronEllos https://t.co/xUgQffbcF8— Rafael Correa (@MashiRafael) July 20, 2020
Antes de la instalación de la audiencia, Correa ya había anticipado la resolución. “Todo es político. Hoy, jueces sometidos —y seguramente con rabo de paja— ratificarán ridícula sentencia de un caso que es montaje para impedirme regresar y derrotarlos”, escribió el exmandatario en Twitter.
La sentencia se ratifica a tan solo un día de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) suspendiera al partido Fuerza Compromiso Social, con el que Correa busca participar en los comicios de 2021.
El fallo también ratificó las condenas contra los exintegrantes del gobierno correísta Jorge Glas, Vinicio Alvarado, Alexis Mera, Viviana Bonilla, Christian Viteri, María de los Ángeles Duarte, Laura Terán y Pamela Martínez, también a ocho años de prisión, al igual que un grupo de empresarios involucrados.
Rafael Correa actualmente está exiliado en Bélgica, de donde es originaria su esposa Anne Malherbe Gosseline.
En concreto Correa fue acusado de encabezar una estructura encargada de obtener “aportes indebidos” por más de 7.5 millones de dólares por parte de empresas constructoras para financiar campañas electorales, a cambio de contratos de obra pública.
La fiscal general Diana Salazar acusó a Correa de haber dado las órdenes para que se cometiera el delito sin necesidad de participar directamente.
Fuente: Apro/ RT