Construyendo Morena

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Por Víctor M. Quintana S.

 

Ser diferentes en el decir es muy fácil; serlo en el hacer requiere una continua labor, paciente y perseverante, por más de que se diga  que “…en política decir es hacer”.

En Morena el trabajo de construcción ha tenido buenas bases, buenos cimientos. Muchos negaban que fuera a darse y muchos otros dudábamos que el Morena pudiera lograr realizar su asamblea estatal constitutiva en Chihuahua con el mínimo de tres mil afiliados debidamente identificados como señala el IFE. A final de cuentas fueron tres mil 205 ciudadanas y ciudadanos que acudieron al llamado de ser protagonistas del cambio verdadero. Fue una asamblea que se produjo a sí misma, convocada, casi podríamos decir, parida, por los cientos de personas de buena voluntad que desde el estadio Manuel L. Almanza echaron mano de sus celulares para invitar a los suyos.  Las bases proporcionaron la base.

Ahora el movimiento-partido cuenta con cerca de ocho mil afiliados en nuestro estado. No queremos compararnos con los que tengan otros partidos, si serán muchos o pocos con relación al PRI, o al PAN, o al PRD; nos medimos con lo que nosotros pretendemos: treinta mil afiliados, no sólo en el folio, sino en la acción en los 67 municipios de la entidad. Una fuerza tranquila para ir transformando este país todos los días, no sólo en tiempo de elecciones. La tarea requiere paciencia, entrega, mística y recursos materiales y financieros. Los dos últimos brillan por su ausencia; de los primeros hay muchos y muy buenos ejemplos.

Sobre el Morena hay muchas expectativas. La gente nos pregunta continuamente cómo vamos, si vamos a obtener el registro como partido político nacional, se interesa por afiliarse, por informarse de nuestras posiciones. Gente muy diversa y eso es muy satisfactorio: por ejemplo, a principios de esta semana estuvimos en una animada reunión, en una y acogedora vivienda de un barrio residencial con una docena de profesionistas de la salud, médicos y enfermeras. Externaron sus dudas, sus acuerdos, respondimos, discutimos, propusieron. Al final por iniciativa propia acordaron formar el primer comité de base de Morena en el sector en que trabajan.

En el otro extremo geográfico y social de la ciudad de Chihuahua se están formando comités de base en colonias como Punta Oriente, Punta Naranjos y las diversas etapas de las unidades habitacionales de San Guillermo. Ahí no se trata de profesionistas sino de trabajadoras y trabajadores de la maquila, amas de casa, comerciantes en pequeño que día a día padecen los absurdos de estos conjuntos de viviendas construidos más para el lucro y la imagen política que para atender el derecho a la vivienda de las personas. Casas con defectos estructurales, transporte caro y pésimo, falta de alumbrado público, nula vigilancia policíaca, es lo que denuncian y buscan resolver las y los militantes de Morena de por acá. Son quienes viven cotidianamente todas las inseguridades: la del empleo, la del ingreso, la de la vivienda, la de su patrimonio y su integridad física. De manera parecida se trabaja en las colonias populares de Juárez, de Cuauhtémoc, de Delicias…

Hay quien se queja con razón, de la apatía o abierta antipatía de algunas personas no sólo hacia Morena, sino a cualquier tipo de participación política. Señalan que les ha ido bien, que están instaladas con buena casa y buen auto. Por desgracia en este país la gente a la que no le va bien es una inmensa mayoría. Para todas ellas Morena quiere ser un instrumento de exigencia de sus derechos, de propuesta de iniciativas para mejorar sus condiciones de vida. Morena no va a ser el patrimonio de un privilegiado o de un grupito de privilegiados, sino el medio político para que la ciudadanía transforme este país en dirección de una mayor justicia y honestidad.

Eso lo trata de hacer realidad Morena en los procedimientos que acaba de instaurar para seleccionar las candidaturas a puestos de elección popular en 2015. La mitad de los distritos y una tercera parte de las candidaturas plurinominales estarán abiertas a candidatos externos. Ningún dirigente del partido podrá postularse. No habrá un gran o grandes electores. No se reservan lugares para “personalidades”. Las mismas posibilidades de acceder a una candidatura tendrán todos los militantes, pues luego de las asambleas habrá sorteos para colocar las candidaturas plurinominales o encuestas, para determinar quien está mejor posicionado en el caso de las uninominales. Es una parte de la práctica para ser diferentes.

No es fácil resistir a las inercias de la clase política, o del burocratismo, o de la corrupción. Sin embargo, Morena lo está intentando. La mejor forma de hacerlo es depender no sólo de la buena voluntad y la mística de las personas sino establecer mecanismos efectivos de regulación ciudadana de quienes ocupan puestos en la dirigencia. Regulación que viene, tanto de las instancias internas de la organización, como de la vigilancia y crítica de la ciudadanía desde fuera. Sólo haciéndoles caso, Morena podrá ir más allá de las expectativas y comenzar a ser una esperanza para la gente.

 

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