El Congreso envió el miércoles al presidente Barack Obama una legislación contra la ley de gastos médicos promovida por él, con lo que los republicanos que encabezan las cámaras cumplieron una promesa a sus electores que ciertamente el mandatario vetará.
La votación del miércoles en la cámara baja fue de 240-181, de acuerdo a las líneas partidistas. El proyecto de ley ya había sido aprobado en el Senado el año pasado bajo normas especiales que lo protegían de una estrategia obstruccionista demócrata, por lo cual pasa directamente a la Casa Blanca.
Los republicanos se jactaron de haber obtenido un logro muy importante, en el que dijeron que estaban forzando a Obama a encarar los fracasos de su ley y al mismo tiempo ilustraban las disyuntivas políticas extremas que enfrentan los votantes.
“Estamos confrontando al presidente con la verdad dura y honesta”, dijo el presidente de la cámara baja, Paul Ryan. “El Obamacare no funciona”, agregó, refiriéndose al nombre coloquial con que se conoce a la ley de gastos médicos.
Los demócratas lo calificaron como un teatro político sin sentido que tendrá el mismo resultado final que han tenido 61 votaciones previas en pro de la revocación de la ley que fueron bloqueadas en el Senado, ya que Obama vetará la legislación.
“Un proyecto de ley que va a la Casa Blanca y que recibirá el veto más rápido que hemos visto ocurrir en este país, ¿es una votación monumental?”, dijo el representante demócrata Jim McGovern, de Massachussetts. “Esto es simplemente un desperdicio del tiempo de todo el mundo”.
Hillary Clinton, quien encabeza las preferencias en la contienda por la candidatura presidencial del Partido Demócrata, condenó abiertamente la legislación contra la ley de salud, mientras que los precandidatos presidenciales republicanos la aplaudieron. Ryan y otros líderes del Partido Republicano admitieron que se necesitará un presidente republicano para derogar la ley, pero señalaron que de eso se trata.
“Es nuestra oportunidad como republicanos presentarle la opción al pueblo estadounidense”, dijo la representante Cathy McMorris Rodgers de Washington.
Kevin McCarthy, líder de la mayoría, pronosticó que un presidente republicano estará en la Casa Blanca el proximo año y que el Congreso aprobará nuevamente la legislación de derogación, “pero no tendremos que preocuparnos respecto a un veto de la Casa Blanca”.
Para obtener máxima visibilidad los líderes republicanos hicieron que la legislación -la cual además recorta los fondos para la organización de planificación familiar Planned Parenthood- fuera su primera votación de 2016. Aunque no cuentan con votos suficientes para invalidar un veto presidencial, ellos esperan programar el voto de invalidación para que coincida con la Marcha por la Vida el 22 de enero en Washington, que se opone al aborto, en el aniversario de la decisión de la Corte Suprema de legalizar esa práctica.
No obstante, Ryan contestó con evasivas cuando se le preguntó si la Cámara de Representantes votará alguna vez en torno a un reemplazo del Partido Republicano a la ley de salud de Obama. El presidente de la cámara baja ha prometido que ese recinto presentará su propio plan este año, algo que su partido ha prometido en varias ocasiones pero no ha hecho en los casi seis años desde que se promulgó la ley. Pero dijo que no se han determinado algunos detalles, tales como si ese plan realmente será sometido a votación.
“No se ha decidido nada todavía”, dijo Ryan. “Solamente esperen”.