Por York Perry
Esto, damas y caballeros, es para mi el invento del siglo. Se lo debemos a la mente creativa y certera del diseñador británico Benjamin Pawle, quién decidió aplicar los principios de innovación y simplicidad para crear un condón que puede desempacarse y ponerse con una sola mano.
Quienes hemos usado alguna vez un preservativo sabemos que siempre hay un momento donde es necesario utilizar ambas manos, ya sea para abrir el empaque o para desenrollarlo, a menos que se tenga mucha destreza manual y se esté dispuesto a usar los dientes (algo que es peligroso), de lo contrario ese lapso en el que nos ocupamos de aquello y no de nuestra pareja puede cortar el ritmo del momento e incluso fastidiar la pasión. Gracias a la idea de Pawle esta tarea es mucho más simple:
Este producto forma parte del proyecto artístico Preservando la dignidad humana, la idea le vino luego de estudiar los casos de algunos pacientes con Hemiplejía, una condición en la que quienes la padecen sólo pueden mover una mitad lateral de su cuerpo, por lo cual sólo pueden usar una mano. El empaque funciona de una manera muy sencilla en realidad y sería un auténtico éxito si se comercializara a gran escala.
“El proyecto evolucionó de este enfoque en el cuidado de la salud, a esta particular perspectiva donde se manifiesta la indignidad incluso para realizar las tareas comunes de nuestra vida diaria”
Es lo que comparte Pawle en el sitio web de su obra. Yo en lo particular agradezco el cambio de dirección en su proyecto, mismo que estará en exhibición como parte del Festival de Diseño de Londres en el Victoria & Albert Museum.
En esta idea hay una mina de oro en potencia, espero verla pronto en las tiendas.
Fuente: http://monkeyzen.com