La Conferencia Episcopal censura que se hayan invertido las prioridades del dinero público
La Conferencia Episcopal de Brasil, (CNBB), máximo órgano católico del país con mayor número de fieles en el mundo, distribuirá en las 12 ciudades en las que se celebrará el Mundial de Fútbol un documento con duras críticas a lo que ellos llaman “los errores de la Copa”.
Organizado por la Pastoral del Turismo de la CNBB, el documento enumera los fallos en los preparativos del evento. Entre ellos, “el despojo de familias y comunidades y la falta de respeto a la legislación de trabajo; la apropiación del deporte por entidades privadas y grandes corporaciones a las que los gobiernos están delegando responsabilidades públicas; o la inversión de prioridades en el uso del dinero público que debería servir, sobre todo, para salud, educación,ctransporte y seguridad pública”.
Según Monseñor Anuar Battisti, de la Pastoral del Turismo, la Iglesia Católica de Brasil ha querido “marcar presencia en el acontecimiento (del Mundial) para poner de relieve lo que nosotros condenamos”. El documento será distribuido en iglesias, hoteles, aeropuertos y restaurantes, en portugués, inglés y español.
Entre las preocupaciones de los obispos figuran la situación que podrán sufrir los ciudadanos que viven en la calle, que podrían ser alejados y su vida podría correr peligro. “Que las poblaciones de los barrios populares y los que viven en la calle tengan garantizada la permanencia en sus localidades y la preservación de sus vidas, así como todos los brasileños y turistas”, reclama el escrito.
Los obispos hacen votos para que el Mundial pueda traer también resultados positivos para el país, como el fin de la explotación sexual y del trabajo esclavo. El documento aboga para que “no sean discriminadas las manifestaciones de los movimientos sociales y se respete a los aficionados”. La encíclica concluye con el deseo de que el torneo “se realice en paz”.
Aún no existen reacciones oficiales a la postura de los obispos brasileños, que se han posicionado abiertamente al lado de los críticosde la organización del Mundial. Autoridades de la Iglesia Católica consultadas por este periódico han querido destacar que un documento así quizás no hubiese sido posible sin el clima de acercamiento a los más pobres y a las causas sociales instituido por el papa Francisco que pidió en Brasil a los obispos que dejaran de ser “príncipes” para ir al encuentro de los más desheredados.
Esas mismas autoridades afirman que los obispos brasileños no habrían tomado esa decisión si el papa Francisco no conociera su contenido y la voluntad de hacerlo público y distribuirlo en las ciudades sede.