El presidente Andrés Manuel López Obrador condenó nuevamente la política de exterminio en materia de seguridad que pregonan sectores conservadores al criticar la determinación de liberar e Ovidio Guzmán tras un operativo en Culiacán.
Aseveró que en su gobierno se terminará con los denominados daños colaterales con los que pasados gobiernos justificaban el daño a la población de sus estrategias de seguridad.
Durante un encuentro con las comunidades seris, pimas y kikapoo, López Obrador describió los apoyos para los pueblos indígenas que se han comenzado a distribuir como parte de una política con prioridad para los más pobres.
Pero además, dijo, “no soy miope ¿eh? Ya vi todas las cartulinas: la falta de agua, el proyecto de ampliación de carreteras, todo eso lo vi. Lo vamos a hacer, también el puente”.
Solo acotó que llegarán estos apoyos pero con orden, porque no se trata de endeudar al país, de imponer gasolinazos, sino ejercer el gasto a partir de los ingresos que se tienen. “No se puede gastar más de lo que se tiene”.
López Obrador volvió a sus referencias religiosas, en esta ocasión para recordar a San Benito, quien recomendaba en su monasterio distribuir el día en 8 horas para trabajar, 8 para pensar y 8 más para descansar.
” Ya no podemos seguir así con esa ley de San Benito, ¡Qué vamos a andar pensando ocho horas! Si así lo hacemos entonces no va a rendirnos el tiempo. Mejor trabajamos y al mismo tiempo pensamos 16 horas. Si así lo hacemos entonces va a rendirnos el tiempo. No hace falta, como dicen, relegirme, Yo soy partidario del sufragio efectivo, no reelecciones. Como estamos trabajando 16 horas es como hacer dos sexenios en uno”.
López Obrador conminó a las comunidades indígenas a reivindicar y preservar sus culturas, su lengua, sus tradiciones, porque éstas han sido clave para que México siga en pie a pesar de calamidades naturales o la corrupción.
Dijo que todos los apoyos a los indígenas van a poder llegar porque ya no hay ni corrupción ni lujos en el gobierno. Por eso, añadió, en nueve de cada 10 hogares indígenas ya reciben al menos uno de los apoyos amparados en los programas sociales que ha puesto en marcha este gobierno.
Deploró que durante los 36 años de vigencia se abandonara a las comunidades indígenas, que aún en la década de los setentas recibían apoyos, como la de los centros coordinadores indígenas o se ejercían políticas para atenderlos. Recordó que entonces se apoyaban en antropólogos o interesados en la cuestión indígena como Margarita Nolasco, Fernando Benítez y Ricardo Pozas, entre otros
Aseguró que bajo su gestión volverá el respaldo a las pueblos originarios mediante políticas para atender su problemática. Por eso celebró que a estas comunidades se les haya autorizado permisos de pesca en la de lamida da Isla del tiburón, entre otros aspectos.
Fuente: La Jornada