Perseguido por el fantasma de Ayotzinapa y con su imagen de salvador de Mexico ya derrumbada, el presidente Peña Nieto viaja este lunes a Wsahington para sostener un encuentro con Barak Obama, quien ha ofrecido la ayuda de EU para dar con la verdad sobre la tragedia de los 43 normalistas
Por Sin Embargo
El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, viajará este lunes a Estados Unidos donde se reunirá con el Presidente de ese país, Barack Obama, luego de casi once meses de que el mandatario estadounidense viniera a territorio nacional. Sin embargo, México ahora está muy lejos de ser el país que Peña Nieto presumió que sería, con la implementación de las reformas estructurales, en el mes de febrero durante la visita de su homólogo.
Peña Nieto visitó Washington por primera vez como Presidente electo, en noviembre de 2012. Ahora a más de dos años de su mandato, nuevamente el Ejecutivo federal sostendrá una reunión con Barack Obama en esa ciudad.
Por su parte, Obama ha visitado México en dos ocasiones, con el PRI en el poder: la primera en mayo de 2013 cuando estuvo en la Ciudad de México y la segunda en febrero de 2014 para asistir en Toluca a la Cumbre de líderes de América del Norte.
Sin embargo, el semblante que Peña Nieto portó ante el Presidente estadounidense y el Primer Ministro de Canadá, Stephen Harper en esa ocasión, el de un mandatario orgulloso de sus reformas que “transformarían a México”; se ha convertido en el de un Presidente que busca sortear una crisis de violencia, corrupción e impunidad.
En el mes de febrero, Peña Nieto presumía las reformas estructurales que con ayuda de su Partido, el PRI, serían aprobadas en el Congreso mexicano, como la Energética [que fue aprobada tiempo después, en el mes de agosto].
Incluso, luego de la reunión con Obama, Peña Nieto informó que habían conversado también sobre el tema de seguridad.
“Revisamos la agenda de seguridad y acordamos mantener un diálogo estratégico y de coordinación y de cooperación, para realmente hacerle frente a un tema que nos es común: la seguridad en ambas naciones, y de manera muy señalada en nuestra franja fronteriza”, dijo el mandatario en un discurso a los medios de comunicación.
En esa reunión, acordaron los mandatarios, dar seguimiento a los resultados de los acuerdos alcanzados.
La situación en México ha cambiado dramáticamente en once meses. Desde la ejecución de civiles en Tlatlaya, Estado de México, hasta la desaparición de los normalistas el 26 de septiembre pasado en Iguala, Guerrero, el país está sometido a una crisis política y social detonada por la inseguridad pero también por la participación de fuerzas del Estado mexicano en ejecuciones sumarias y desapariciones.
Además, el gobierno de Peña ha mostrado una incapacidad para mantener estable la economía. El crecimiento económico es mucho menor al que se había ofrecido mientras que el peso ha perdido su fuerza en momentos en los que la economía de Estados Unidos se ha fortalecido.
A ese panorama se le ha sumado la caída de los precios del petróleo, que han restado posibilidades al gobierno federal y ha expuesto la débil situación de las finanzas públicas.
Además de la inseguridad y la economía, el gobierno de Peña ha debido enfrentar la crítica en México y el extranjero por casos de posible corrupción que involucran a la Primera Dama, Angélica Rivera, y al Secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Su relación con Grupo Higa, una empresa beneficiada durante años por los gobierno del priista, le ha costado fuertes críticas no sólo en México, sino a nivel internacional.
En tanto, la visita oficial de Peña a Washington es en respuesta a una invitación que le hizo el Presidente Obama, con el fin de abordar temas prioritarios de la agenda bilateral, según lo destacó hoy la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Entre esos temas se tiene contemplado que los mandatarios aborden la seguridad, migración, educación y ciencia y tecnología.
Peña Nieto tiene prevista un reunión privada con Obama, mientras que en paralelo se llevará a cabo un encuentro a nivel ministerial entre delegaciones de las dos naciones para trabajar en esos temas.
El Ejecutivo federal viajará mañana a EU, y será el martes cuando se reúna con Barack Obama, para analizar logros alcanzados en 2014 y fijar compromisos para 2015.
“En este encuentro se renovarán los esfuerzos de ambos países para fortalecer los mecanismos de cooperación existentes, a fin de favorecer la colaboración bilateral en sectores estratégicos”, detalló la Cancillería mexicana.
El presidente también asistirá a un almuerzo de trabajo en el que se abordarán temas económicos y participará en una ceremonia de colocación de ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido.
Pero en esta ocasión, a Peña Nieto le será muy difícil sacar de su discurso el tema de seguridad.
La crisis de violencia que atraviesa el país, y los casos: Tlatlaya, Ayotzinapa y Michoacán, que durante los últimos meses han indignado a la sociedad mexicano que no ha dejado de salir a las calles en decenas de ocasiones, no sólo en la Ciudad de México, sino casi en todo el país para exigir la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos, para exigir no más violencia en el país, e incluso para demandar la renuncia del Presidente.
Fuente: Sin Embargo