Un cardenal, un arzobispo y un grupo de sacerdotes expertos en exorcismos han realizado en la catedral de San Luis Potosí un ritual conocido como “Magno exorcismo” para que bajen los crímenes en el país, entre ellos los abortos. Dicho ritual, que fue asesorado por el creador del mismo, el sacerdote español Antonio Fortea, sería replicado en las diócesis del país. Para la Iglesia católica México vive una infestación satánica que ha ocasionado la violencia y ahora la nación ha quedado exorcizada y consagrada al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María
Por Carlos Álvarez Acevedo
El pasado 20 de mayo se llevó a cabo un rito a puerta cerrada en la catedral metropolitana de San Luis Potosí. Fue denominado “Magno exorcismo”. Estuvo encabezado por el Arzobispo emérito de Guadalajara, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez; por el Arzobispo de San Luis Potosí, Monseñor Carlos Cabrero, así como por varios sacerdotes exorcistas que acudieron de diversas diócesis mexicanas.
Su intención: que el número de abortos y de crímenes violentos bajaran en el país.
San Luis Potosí bien podría ser, en estos momentos, una de las capitales del mal y el pecado. Ha estado presente en la prensa nacional e internacional debido a una serie de escándalos de corrupción de menores que involucran al menos a tres curas, uno de los cuales, Eduardo Córdova Baustista, está prófugo. Córdova está vinculado a cerca de 100 casos de niños violados. Muchos de ellos, hoy adultos, han denunciado ante las autoridades correspondientes.
Pero de eso no se trató el exorcismo encabezado por Monseñor Cabrero y los dos arzobispos.
De acuerdo con el medio católico italiano ACI Prensa, también fue invitado para asesorar el rito y fungir como maestro de ceremonias del evento “inédito en la historia mexicana”, el exorcista Padre Antonio Fortea, sacerdote español conocido por sus libros referentes al tema:Summa Daemoniaca y Memorias de un Exorcista.
“Por la naturaleza reservada del evento, su práctica fue difundida solo a través de redes sociales o publicaciones aisladas, como la del periodista mexicano Roberto O’Farrill, quien asistió al Exorcismo magno, y difundió un relato en el sitio web Ver y Creer“.
Entrevistado telefónicamente por el medio católico, el Padre Fortea rehusó dar detalles sobre la ceremonia realizada, pero señaló que “sin duda alguna el aborto, el satanismo, la corrupción, el culto a la ‘santa’ muerte y la legalización de aberraciones sexuales, han provocado una gran infestación satánica en todo México”.
Todo ello, añadió en la entrevista con ACI Prensa, ocasiona una violencia incontrolada y generalizada debido precisamente a la acción demoníaca.
Fortea le dijo al medio católico que cada Obispo en México debe celebrar en su propia diócesis el “Magno Exorcismo” y que urge derogar la ley del aborto establecida en el Distrito Federal, “causa de todo esto”, e incluir en el artículo primero constitucional el derecho humano a la vida, desde el primer instante de su concepción.
En declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez coincidió con el Arzobispo de San Luis Potosí en que el Exorcismo Magno “es una oración a Dios para que aleje al Enemigo, lo aleje de estos lugares. De San Luis en primer lugar y luego de todo México”.
El Arzobispo emérito de Guadalajara aseguró la importancia de que las personas tomen conciencia “de la situación tan grave que vivimos en México, que tiene una raíz muy profunda, más allá de la maldad humana, que es el demonio, que está muy conectado con la muerte, es el homicida desde el principio”.
“Que se vaya tomando conciencia de la gravedad de la situación en México, y que ojalá se multiplique esto que hicimos”, alentó.
El Cardenal mexicano lamentó “la violencia contra grandes y chicos” en México, pues “es cierto que se hacen abortos aunque no se hubiera dado la despenalización, pero ya que un país llegue a despenalizar el aborto, un país cristiano, eso es lo trágico, es ya un pecado mucho, muy grave”.
“Los ajustes de cuentas, ahora entre los sicarios y el gobierno, muertos aquí, muertos allá y muertos por todos lados, una violencia que no es otra cosa que el Maligno que nos está destrozando”, lamentó.
Por su parte, el Arzobispo de San Luis Potosí Jesús Carlos Cabrero, confirmó a ACI Prensa que el “Exorcismo Magno” se celebró el 20 de mayo en la Catedral de su arquidiócesis.
“Esta celebración es un sacramental de la Iglesia”, explicó, y señaló que en este ritual “estuvieron presentes algunos sacerdotes, y me hizo el favor de acompañar el Cardenal (Sandoval) a invitación expresa que le había hecho”.
Monseñor Cabrero explicó que el carácter reservado de la ceremonia se debe a que “luego aparece el morbo, las malas interpretaciones”, y precisó que “lo que se quiere buscar es el bien ante todo”.
El Arzobispo mexicano señaló que en su oración “se pidió, por ejemplo, por la cuestión del divorcio, del aborto, y que muchas veces son favorecidas por leyes inhumanas, leyes que van contra la naturaleza misma”.
Se le pidió a Dios, dijo, “que nos libere de esa presencia fuerte de ese Maligno que se deja sentir. Por eso uno acude a esta oración especial, ciertamente, extraordinaria, pero no deja de ser una práctica de la Iglesia”.
El periodista católico Roberto O’Farrill, quien participó en el Exorcismo Magno, dijo también que “México vive una infestación demoniaca, similar a la que vivían estos territorios antes de la evangelización y la aparición de la Virgen de Guadalupe, cuando las culturas precolombinas realizaban sacrificios humanos a sus falsos dioses”.
“Durante ese exorcismo los demonios obligados por la Virgen María dicen que han regresado a México, que hay nuevamente una infestación, principalmente en la Ciudad de México y en otras partes del territorio”, señaló el periodista al medio católico italiano.
La nota del medio católico firmada por David Ramos, destaca también la cifra oficial de que desde la despenalización de la práctica en el año 2007, se han llevado a cabo más de 100 mil abortos tan sólo en la Ciudad de México.
Fuente: Sin Embargo