Con Georgia Meloni, la derecha gana elecciones en Italia

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La líder del partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, antieuropeísta y nacionalista, está por convertirse en primera ministra tras las elecciones del domingo, donde su bancada encabeza los comicios. La coalición de derechas obtuvo hasta un 45% de los votos, según la primera proyección difundida por la televisión pública RAI. La participación fue de alrededor del 65 % ocho puntos menos que en los últimos comicios.

Meloni, de 45 años, dijo que se esmerará en unir a su país en caso de ser la encargada de conformar el próximo gabinete.

“Si se nos llama a gobernar esta nación, lo haremos para todos, lo haremos para todos los italianos, y lo haremos con el objetivo de unir a la gente (de este país)”, dijo la líder de Hermanos de Italia, en declaraciones desde las oficinas del partido en Roma.

“Italia nos eligió”, añadió. “No traicionaremos (al país), como nunca lo hemos hecho”.

La formación antiglobalista de Meloni es la más votada, con un 24,6%, según las proyecciones basadas en un 10% de los votos escrutados tras el cierre de los colegios electorales a las 23.00 horas (21.00 GMT), por lo que todo indica que será ella la primera mujer en gobernar Italia.

La ultraderechista Liga de Matteo Salvini y la derecha moderada de Forza Italia de Silvio Berlusconi se han aliado con Hermanos de Italia para lograr el domingo una victoria histórica, ya que según los sondeos obtendrían cerca del 46% de los votos. La Liga quedaría en un 8,5% y Forza Italia en un 8%, en los peores resultados de su historia.

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Mientras que el Partido Demócrata (PD), de Enrico Letta, estaría en el 19,4%, por debajo del 20% que esperaba, y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) se convierte en el tercer partido del país con el 16,5%, mientras los centristas de Acción e Italia Viva llegan al 7,3%.

Admiradora durante su juventud de Benito Mussolini, Giorgia Meloni, de 45 años, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, podría convertirse también en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno.

Militante en la derecha posfascista desde los 15 años, es miembro de la Cámara de Diputados desde el 2006 y no ha tenido pelos en la lengua para criticar al gobierno saliente de unidad nacional liderado por el prestigioso economista Mario Draghi.

Un vertiginoso ascenso

Se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al gobierno de Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra en Ucrania y las restricciones por la pandemia.

Un fenómeno más que asombroso, ya que en las legislativas de 2013 no llegó a obtener 2% de los votos.

En 10 años ha logrado interpretar las esperanzas frustradas de los italianos contra las “órdenes” de la Unión Europea, así como las protestas por el alto costo de la vida y el futuro bloqueado de los jóvenes.

No teme defender a una derecha dura; enarbola su bagaje ideológico conservador y católico, nacionalista y centralista, y se presenta con un lema: “Dios, patria y familia”.

Sus prioridades son cerrar las fronteras para proteger a Italia de la “islamización” y renegociar los tratados europeos para que Roma recupere el control de su propio destino.

Otra de sus prioridades es luchar contra los “grupos de presión gay” y contra el “invierno demográfico” en uno de los países con más ancianos del mundo.

Fuente: Caracol/ AP

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