La economía mexicana pierde dinamismo para el resto del año. Aumentan los choques externos, que harán caer exportaciones y entrada de capitales. El gasto público seguirá contrayéndose, advierte un análisis de Bank of America Merrill Lynch
El panorama económico se complica para México en varios frentes. El recorte del gasto público, motivado por el deterioro de las condiciones externas, se ha recargado en Petróleos Mexicanos (Pemex), por ello la producción de crudo seguirá a la baja, lo cual afectará el crecimiento. A partir del referendo a favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea aumentan los choques externos, lo que hace prever menores exportaciones y entradas de capital, así como una contracción en el gasto del gobierno, que eventualmente podrán más que la economía doméstica y acabarán desacelerándola
, expuso Bank of America Merrill Lynch.
Los resultados de las recientes elecciones locales, la baja aprobación del presidente y las protestas de un grupo disidente de profesores podrían complicar el funcionamiento de la economía
, consideró la firma financiera estadunidense, en un reporte sobre México.
Después de acelerar su crecimiento entre enero y marzo pasados, la economía mexicana resentirá en los siguientes trimestres una pérdida de dinamismo, consideró Carlos Capistrán, economista en jefe para México. La causa está en la caída de las exportaciones a Estados Unidos. También porque el gobierno mexicano tuvo que endurecer sus políticas fiscal (reducción del gasto) y monetaria (aumento de tasa de interés del banco central) más de lo esperado, en respuesta a precios petroleros muy bajos a principios de 2016, al inicio del aumento de tasas de interés en Estados Unidos y a otros eventos internacionales, como el Brexit, comentó.
La economía mexicana sigue siendo resiliente a choques externos adversos impulsados por el fuerte consumo e inversión en el primer trimestre. Pero los choques externos han aumentado, y prevemos menores exportaciones, menores entradas de capital y una contracción en el gasto de gobierno, que eventualmente podrán más que la economía doméstica y acabarán desacelerándola
, apuntó.
En el plano de las decisiones domésticas, la consolidación fiscal (reducción de la deuda y el déficit públicos en marcha) seguirá afectando el crecimiento
, dijo.
Hacienda anunció que en 2017 espera alcanzar un superávit primario (ingresos menos gasto antes del pago de intereses de la deuda pública) de 0.2 por ciento del PIB, cuando en 2015 se registró un déficit de 1.2 por ciento del producto. Hacia adelante, el gasto público seguirá contrayéndose, afectando a la economía. El tamaño total del recorte será determinado por los ingresos públicos, en un contexto donde los ingresos por impuestos han aumentado más de lo esperado, los ingresos no-recurrentes como la transferencia del Banco de México han sido positivos, y donde los precios petroleros aumentarán, limitando la caída de los ingresos petroleros
, comentó.
Fuente: La Jornada