Encarcelar a un expresidente implicaría una planificación importante, incluida una solución alternativa a su protección del Servicio Secreto
Encarcelar a un expresidente implicaría una planificación importante que implicaría una solución alternativa a su acuerdo del Servicio Secreto, dónde podría ser retenido, qué podría comer y, la pregunta asesina, si será capaz de peinarse.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, dijo esta semana que Rikers está “listo” para recibir al Sr. Trump, si es necesario.
“Sospecho que lo primero sería encerrarlo [en uno de los bolígrafos]para enfriar sus talones durante un par de horas”, dijo el Sr. Horn a The Times.
“El juez lo encerraría durante cuatro horas, o seis horas”, agregó.
Para una sentencia más larga, Rikers Island sería una opción más apropiada.
Las instalaciones no están diseñadas para encerramientos de más de 12 horas, ya que carecen de duchas y médicos forenses. El catering también podría no estar a la alta del gusto del multimillonario con solo sándwiches de queso y tonterías en oferta, agregó el ex comisionado de NYCD.
El juez Merchan también entraría en aguas desconocidas si decide encarcelar al Sr. Trump, ya que el Servicio Secreto proporciona al expresidente seguridad las 24 horas del día.