Por Jenaro Villamil
El lunes 7 de enero la Brigada de Vigilancia Animal de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal capturó a 25 perros en un operativo realizado en el Cerro de la Estrella, de la delegación Iztapalapa. No fueron llevados a ningún albergue, sino detenidos en calidad de “presuntos culpables” de la muerte de una pareja de adolescentes, una mujer y su bebé de ocho meses que fallecieron unas semanas antes.
La historia de la “jauría asesina” fue corroborada por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ese mismo día cuando informó que los dictámenes periciales concluyeron que las lesiones que presentaban los cuerpos fueron producidas “por ataques de algún o algunos animales, muy probablemente del tipo canino”.
Bastó esta frase para desatar un nuevo episodio cercano a la comedia bufa, donde la PGJDF vuelve a estar en el epicentro de las críticas, sobre todo, en redes sociales y ante los familiares de algunas de las víctimas que no creen en la versión de la “jauría asesina”.
El lunes en la noche y a lo largo del martes 8 de enero en Twitter el hashtag #YoSoyCan26 se convirtió en Trending Topic. Los comentarios no sólo eran a favor de la liberación y el cuidado de los 25 perros detenidos sino un llamado mínimo a la mesura y cordura de las autoridades.
“Sólo en México es más peligroso ser manifestante o perro, que sicario y narcotraficante”, resumió la cuenta @Revolucion_132, haciendo una clara referencia a las detenciones arbitrarias del 1 de diciembre de 2012. “Los humanos que asesinaron a las 4 personas deben estar tiradas de la risa de cómo se escaparon de la justicia, qué vergüenza”, reafirmó @chemo_the_emo.
Lo más increíble del asunto es que el mismo 8 de enero las autoridades de la delegación Iztapalapa afirmaron frente a medios de comunicación que la PGJDF no cuenta con “pruebas suficientes” para inculpar a los 25 perros capturados como presunta “jauría asesina”, mientras que el número de víctimas se elevó a 5 personas fallecidas por ataques de amores perros en el Cerro de la Estrella.
La delegada de Magdalena Contreras, Leticia Quezada, también declaró que no todo es la Condesa, la Del Valle o la colonia Roma en el Distrito Federal, lugares donde la defensa y la protección de los caninos se han convertido en un tópico urbano. Incluso, existen ya restaurantes y “salones de té” donde los comensales principales son los perros.
“Magdalena Contreras tiene un grave problema de perros callejeros, nosotros estamos ahorita en focos amarillos por lo ocurrido en Iztapalapa, y no estamos exentos de vivir una situación así”, admitió Quezada ante el periódico Reforma. Según la delegada, el 50 por ciento de los más de 43 mil perros en esta zona viven en situación de calle.
“No hay perros peligrosos, hay dueños irresponsables que maltratan a los animales, que los amarran, que los golpean y los mandan a la calle, eso los vuelve perros agresivos”, subrayó la funcionaria.
Tampoco los familiares de las víctimas han respaldado la triste y cándida historia de una jauría asesina en el Cerro de la Estrella. Enrique Martínez, hermano de Samuel, uno de los adolescentes que falleció ante el presunto ataque, afirmó a El Universal que ellos no han recibido ningún reporte oficial del Ministerio Público.
“Nosotros no creemos. Nosotros pensamos que tal vez fue un sicópata o unos sicópatas, gente enferma que hace sus cosas, tal vez los agreden con machetes, y ya después avientan a los animales para poner evidencias falsas”, declaró Martínez.
Diana Ruiz, hermana de Alejandra, pareja adolescente de Samuel, criticó las versiones y leyendas urbanas que han corrido en varios medios de comunicación, incluyendo estaciones radiofónicas y canales de televisión abierta y restringida.
Una de esas leyendas es que Alejandra le llamó por teléfono a Diana para decirle que era atacada por una jauría de perros, pero no le creyeron porque era muy bromista.
“Le dijimos al agente ministerial que eso era incorrecto, nosotros nunca dijimos que ellos eran burlones. Seguramente, el procurador ni siquiera ha leído nuestras declaraciones”, corrigió Diana ante la prensa.
#YoSoyCan26 sigue como hashtag en Twitter. La historia de la jauría mordelona, por ahora, colocó en segundo plano el gasolinazo del lunes 7 de enero. También el caso del segundo análisis grafoscópico de la PGR en el caso de Amador Narcia, vicepresidente de Información Nacional de Televisa, mencionado por los 18 detenidos en Nicaragua.
En su cuenta de Twitter, @Gerguzher sintetizó así el posible resultado del análisis grafoscópico: “Es predecible…lo firmó un dog de Iztapalapa”.
Después de la historia de la bala teledirigida del Cinépolis de Iztapalapa que provocó la muerte de un menor, ahora la jauría incontrolable de perros en la misma delegación parece convertirse en un guión de humorismo involuntario de las autoridades policiacas y ministeriales.
Fuente: www.homozapping.com.mx