Apenas ganó la elección presidencial del año pasado, Andrés Manuel López Obrador invitó a cuatro personas cercanas a él y les propuso que redactaran la Constitución Moral de la “Cuarta Transformación” que propone para México. Su objetivo –a decir de José Agustín Ortiz Pinchetti, uno de los encargados del proyecto– no es establecer un código religioso de conducta sino darle una dimensión ética a la vida pública del país, con base en un viejo proyecto, igualmente polémico, cuyo origen fue la Cartilla Moral de Alfonso Reyes.
Por Rodrigo Vera/ Proceso
Para que la Cuarta Transformación no sólo sea política –sino también una transfiguración ética y espiritual de la sociedad mexicana, tan dañada por la corrupción–, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya puso en marcha la elaboración de su polémica Constitución Moral, cuyos redactores planean tenerla impresa para fines de este año.
El documento base de esta Constitución es la igualmente polémica Cartilla Moral que Alfonso Reyes escribió en 1944 por encargo del gobierno de Manuel Ávila Camacho, pero cuya distribución masiva, sin embargo, fue bloqueada a lo largo de 75 años por considerarla una cartilla “moralista” “anacrónica” y de “corte religioso”.
José Agustín Ortiz Pinchetti, uno de los tres redactores de la Constitución Moral nombrados por el tabasqueño, comenta con entusiasmo:
“López Obrador exhumó la Cartilla Moral, que estaba perdida y sólo fue leída por unos cuantos. No tuvo el efecto de masa que se buscaba originalmente. Se bloqueó su circulación porque se decía que tenía un tono demasiado religioso, lo cual es falso.
“Pero ahora acaban de editarse ocho millones y medio de ejemplares, aparte de que el gobierno la puso en internet. La Cartilla será nuestro documento base para elaborar la Constitución Moral.”
En la sala de su casa, entre óleos de paisajes mexicanos colocados en los muros, Ortiz Pinchetti aclara:
“Para Andrés Manuel, la moral pública es una cuestión tan importante como la salud pública. Alguien puso en sus manos la Cartilla de Reyes, la leyó y le gustó muchísimo porque coincidió con sus inquietudes morales, al grado de que será el punto de partida para elaborar la nueva Constitución”.
(Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2207, ya en circulación)