El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se debe investigar “y si hay corrupción que se castigue” a los científicos que “entre 2002 y 2018 recibieron (en recursos públicos) alrededor de 100 millones de pesos a proyectos de ciencia y tecnología, y 471 millones para cubrir gastos de operación entre los que se incluían choferes, celulares, servicios de bocadillos, salarios e impuestos de alrededor de 40 personas, comidas en restaurantes de lujo, viajes al extranjero, así como un inmueble de lujo en el centro de Coyoacán”.
Agrupados en asociación civil adquirieron dicho inmueble en el centro de Coyoacán –“¿por qué no en Iztapalapa?”, acotó sarcástico– con recursos no justificados ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El mandatario comentó lo anterior al dar lectura a un extracto del documento que le envió la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla. En la cuartilla divulgada se asegura que ese grupo, denominado Foro Consultivo Científico y Tecnológico AC, controlaba importantes procesos internos del organismo.
Agrega que los científicos (contra quienes la Fiscalía General de la República pide que se giren órdenes de aprehensión) emitieron en 2007 el dictamen “que justificó las omisiones de las autoridades federales” en el caso Pasta de Conchos.
Es decir, aseveró el Presidente tras dar lectura a los párrafos, “un grupo predilecto del régimen anterior; entonces, como ya no se pueden mantener estos privilegios, pues ahora se sienten perseguidos”.
Al inicio de la conferencia, cuando hablaba de la contribución de su gobierno a mitigar el cambio climático, con el programa de reforestación Sembrando Vida, López Obrador introdujo el tema.
“Se iban a congresos y se les tenía que pagar del presupuesto hasta para sus lujos, y como tenían mucha influencia y buenas agarraderas, buenas relaciones con los medios y con la intelectualidad orgánica del régimen, era una especie de chantaje y se les tenían que entregar esos fondos.
“Cuando ya desaparece eso, que ya no existen esas extravagancias, esos lujos, el derroche, pues entonces se inconforman y se quejan de que no se invierte en la ciencia, que no nos importa la innovación tecnológica.”
El Presidente preguntó: “¿qué habían hecho? Nada, nada, coloquios, congresos, viajes al extranjero, viáticos; ahora no, ahora es investigación aplicada”. Mencionó entonces que el Conacyt, actualmente, ha hecho “cosas extraordinarias” como producir ventiladores para atender a enfermos de Covid-19 y trabajar en la producción de la vacuna Patria.
Luego advirtió que el combate a la corrupción no puede ser selectivo y excluir a potentados y élites ya sea de la academia, la ciencia, la intelectualidad o a las élites económicas.
–¿Está de acuerdo en que se aborde el tema por la vía penal?, se le preguntó en la conferencia de prensa mañanera.
–Que se investigue y, si hay corrupción, que se castigue. ¿Por qué nada más se va a castigar a los pobres, a los que no tienen agarraderas, a los que no son influyentes? No, tiene que acabarse con la impunidad, sea quien sea. Al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie, sean amigos, colegas, familiares, que se entienda.
Más adelante pidió que no se olvide el grado de descomposición producido por la política de pillaje neoliberal.
Fuente: La Jornada