Colorado está sopesando la estrategia inusual de reclasificar como medicinal la marihuana recreativa, a fin de proteger a los nacientes negocios con licencia que producen y venden la droga en el estado de una posible campaña federal contra la droga legalizada.
Es el intento más audaz que haya realizado hasta ahora cualquier estado de la nación para evitar la intervención federal en su creciente mercado de marihuana legal. Colorado incluso está dispuesto a perder cientos de millones de dólares en recaudación de impuestos.
La Legislatura estatal analiza un proyecto de ley que permitiría a los alrededor de 500 cultivadores y minoristas de marihuana registrados hacer la reclasificación si es que se produce un cambio en la ley federal o en su ejecución.
En caso de que se aplique la recategorización, la marihuana recreativa no quedaría fuera de los libros, ni la dejaría totalmente a salvo, pero sí podría ayudar a los productores a proteger sus inventarios en caso de que las autoridades federales empiecen a decomisar los productos clasificados como de marihuana recreativa.
La reclasificación le costaría al estado más de 100 millones de dólares al año en ingresos no recibidos, ya que Colorado cobra una tasa impositiva mucho más ligera a la marihuana médica que a la hierba recreativa: 2,9% frente al 17,9%.
La iniciativa contempla que los cultivadores con licencia puedan volverse licenciatarios médicos de inmediato, “con base en una necesidad de negocio debida a un cambio en las leyes a nivel local, estatal o federal o bien en sus políticas de aplicación”.
El proyecto de ley está recibiendo mucha atención en la industria de la marihuana en Estados Unidos, a raíz de los comentarios recientes de los funcionarios que trabajan con el presidente Donald Trump. El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha dicho que hay una “gran diferencia” entre la marihuana médica y la recreativa.
En junio, el mes más reciente del que se tienen datos disponibles, el estado tenía alrededor de 827.000 plantas de marihuana para el sistema legal de menudeo. Más de la mitad estaban destinadas al mercado recreativo.
“Si llegara a haber cambios en la ley federal, entonces creo que todos nuestros negocios querrán seguir en el negocio de alguna manera. Han hecho grandes inversiones”, comentó el senador Tim Neville, un republicano de los suburbios de Denver que patrocinó el proyecto de ley.
Las escuelas serían algunas de las primeras víctimas si se reciben menos impuestos. Colorado canaliza 40 millones de dólares al año a un fondo de construcción de escuelas provenientes de los impuestos especiales a la hierba recreativa. Ese impuesto no existe para la marihuana médica.
Otros rubros financiados por la droga recreativa en Colorado incluyen la capacitación de la policía para identificar conductores drogados, una campaña de educación pública dirigida a frenar el consumo de marihuana entre los adolescentes y una serie de estudios médicos sobre la eficacia de la marihuana para el tratamiento de dolencias como convulsiones o el trastorno de estrés postraumático.
Los periodistas de The Associated Press Sadie Gurman en Washington y Kristena Hansen en Salem, Oregon, contribuyeron para este despacho
Fuente: AP