Ante la falta de condiciones sanitarias en las escuelas, así como niños y adolescentes sin vacunar, maestros afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acordaron aplicar una encuesta nacional a padres de familia y tutores sobre el regreso a clases presenciales que anunció la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el ciclo escolar 2021-2022.
Pedro Hernández, secretario general del ala democrática de la sección 9 del Sindicato (SNTE), afiliada a la coordinadora, sostuvo que la idea es tomar en cuenta la opinión de los padres sobre el llamado de las autoridades al regreso presencial de clases.
La aplicación comienza este lunes y se hará hasta el sábado 21 de agosto, por acuerdo de la asamblea nacional representativa en la que participaron 35 delegaciones de 28 entidades del magisterio disidente, y el próximo 25 de agosto se darán a conocer los resultados.
Dijo que hay necesidades en las escuelas como agua potable, además de que antes se requiere un lavado profundo de cisternas y tinacos por el tiempo que ha estado almacenado el líquido, pues es obvio que está en malas condiciones. Estimó que 15 por ciento de las escuelas de la Ciudad de México tienen dificultades al respecto.
En entrevista, explicó que se requieren reparaciones mayores porque hay un deterioro de las escuelas después de 15 meses de permanecer cerradas. Además, ahora la SEP habla de una educación mixta o híbrida, pero no en todas las escuelas hay Internet suficiente, y durante la pandemia esto ha sido cubierto “porque los maestros han puesto sus dispositivos para las clases virtuales”.
También se refirió a que ya se tendría que aplicarse la segunda dosis de la vacuna Cansino al personal docente, ya que se inoculó entre abril y mayo, pues la farmacéutica recomendó un refuerzo a los seis meses. Habrá que revisar con los médicos y científicos la vacunación a niños, “en otros países se aplica, aquí se dice que son inmunes. Estamos manifestando nuestro compromiso con los niños y jóvenes para iniciar el ciclo escolar, pero lo queremos hacer con seguridad”.
Fuente: La Jornada