En 2012 predijo que muy pronto los ordenadores serían capaces de oler, en 2008 que la tecnología de los paneles solares se construiría en carreteras, ventanas y pintura, y en 2007 que ser respetuoso con el medio ambiente sería más fácil e incluso ayudaría a reducir costos. Los 5 in 5 de IBM se han convertido en un buen termómetro para medir qué tendencias tecnológicas centrarán los esfuerzos en innovación y desarrollo en el futuro más inmediato.
La compañía ha publicado su última serie de predicciones, marcando una (probable) hoja de ruta de los avances que veremos de aquí al año 2018. La clave de todas ellas se encuentra en la capacidad de la tecnología para aprender de las personas, algo que está comenzando a ser una realidad gracias al análisis del Big Data y la capacidad de la nube.
“Disponemos ahora de más información que nunca. Sin embargo, afrontamos el reto de convertir esa información en un conocimiento que nos sirva para mejorar y optimizar la manera en que hacemos las cosas”, asegura Elisa Martín Garijo, directora de Tecnología e Innovación de IBM España.
1. Las clases aprenderán de los alumnos. La entrada de la tecnología en las aulas ha puesto al alcance de los gestores de sistemas educativos herramientas muy valiosas para comprender cómo aprenden los alumnos. Esto supondrá un potencial nunca visto para adaptarse a sus necesidades, así como para dar apoyo a los profesores.
La digitalización de la experiencia educativa (libros, aplicaciones, actividades) es una corriente que lleva ya varios años presente en las aulas, y fuera de ellas. Los cursos universitarios abiertos a través de internet, o el uso que los profesores dan a los dispositivos móviles son dos ejemplos de cómo el aprendizaje aprovecha las nuevas tecnologías. Por su parte, estamos viviendo la eclosión de sistemas cognitivos que pueden aprender, razonar y entender el lenguaje natural.
IBM apuesta por una convergencia de ambos factores, en la que un programa pueda analizar, durante un periodo prolongado de tiempo, cómo los alumnos utilizan esos avances para aprender. Esto transformará la tradicional escena que se puede ver en un aula, en la que un profesor proporciona a todos sus alumnos los mismos materiales, en una experiencia educativa personalizada.
2. Compras en establecimientos locales más que ‘online’. Aunque parece contradictorio, esta tendencia tiene una sólida base en nuestras costumbres tecnológicas: el uso de sistemas de geolocalización pondrá a disposición de los comerciantes una excelente herramienta la encontrar a potenciales clientes que estén cerca de su tienda, y buscar formas de fidelizarles. Volveremos a comprar en las tiendas del barrio, pero con las ventajas de estar en la red.
Comprar en internet es ya algo habitual: es rápido, cómodo y nos ofrece un abanico de productos prácticamente infinito. Pero IBM asegura en sus predicciones que las pequeñas tiendas de barrio llegarán a la red y desbancarán a las grandes compañías.
Por un lado, nos harán recuperar la experiencia emocional de interactuar con otras personas. Por otro, incorporando las aportaciones de las ventas en internet, como son la oferta personalizada y los programas de fidelización.
Además, su proximidad será un punto a su favor, ya que se acorta el tiempo en el que el comprador obtiene lo que quiere. ¿Dos días para entregar un pedido? Eso será historia.
3. Tu ADN, una fuente de salud. IBM prevé que los análisis genéticos para aplicar una medicina personalizada a cada paciente, algo existente hoy pero no muy extendido, serán algo habitual en el futuro. Se convertirán en un proceso mucho más rápido y barato, de forma que más gente pueda acceder a él y beneficiarse de sus ventajas.
La secuenciación del ADN para encontrar fármacos específicos que funcionen con un paciente en concreto es uno de los avances más importantes que la medicina vivirá en los próximos años. Allí donde los medicamentos habituales no funcionan, un producto específico puede ser la diferencia que salve la vida a un enfermo.
El salto cualitativo ya está dado, ahora falta el cuantitativo: abaratar el proceso para generalizarlo. La tecnológica asegura que los sistemas cognitivos que trabajan con almacenamiento en la nube supondrán un gran impulso para facilitar el análisis de datos y reducir sus costes en los próximos años.
4. Tu actividad en internet, protegida por un guardia personal. Tu vida online y todos los datos que genera serán controlados por un servicio de vigilancia personal, que se encargará de protegerlos y de evitar, con tu permiso, su uso fraudulento. Además, será capaz de detectar, de forma autónoma, cuando algo no marcha bien, gracias al análisis continuo de tu comportamiento en la red.
El robo de identidades o de información clave (contraseñas bancarias o de cuentas, por ejemplo) en internet sigue siendo una de las principales barreras para muchos usuarios que no se deciden a sacar todo el partido a la red, como realizar compras o participar en otros servicios. IBM asegura estar desarrollando un sistema específico que funcione como un vigilante personalizado para el usuario.
Incorpora medidas de seguridad como el reconocimiento facial o de huellas dactilares, y analiza lo que haces, cómo lo haces y cómo te proteges en internet. De esta forma, reconoce qué es importante para ti y cómo lo cuidas, y puede avisarte en caso de detectar anomalías e incluso tomar decisiones por ti, siempre siguiendo tus instrucciones previas.
“¿Es imposible que hayas intentado comprar un paracaídas porque te dan miedo las alturas? Este guardián lo sabrá, y no dejará que el ladrón que se ha hecho con tu tarjeta lo haga tampoco?”, asegura la compañía en su blog.
5. Las ciudades escucharán a sus habitantes para facilitar sus vidas. A través de sus teléfonos inteligentes, los ciudadanos podrán acceder a todo tipo de información referida a la población en la que viven: sacar partido a su tiempo eligiendo cómo desplazarse, donde tienen lugar actividades que les interesan y cómo acceder a ellas en el mismo momento.
La interactividad hará que las ciudades conozcan a sus habitantes y les presenten directamente los contenidos que ellos mismos eligirían.
La mitad de la población mundial vive en ciudades, según IBM, y su intención es que su voz sea escuchada a diario, y no solo cuando hay elecciones. No es solo una cuestión de ocio y actividades, sino de convertir su vida diaria en algo más sencillo y fácil, con menos burocracia, menos desplazamientos innecesarios y un mejor conocimiento de los recursos.
Las administraciones utilizarán el recurso de la nube para almacenar y gestionar el feedback de los usuarios y mejorar su respuesta, centrando sus esfuerzos allí donde hacen falta y disponiendo de esa información en tiempo real.
Fuente: El Confidencial