El enigma sobre la existencia de vida en el planeta puede estar más cerca de resolverse.
La humanidad no puede conformarse con su presunta soledad en el Universo. Abundan las películas de la vida extraterrestre, y los científicos también ‘echan leña al fuego’, examinando la cuestión y calculando la posibilidad del origen de una civilización que nos acompaña en el espacio.
Esto implica que es muy probable que otras especies inteligentes que producen tecnología se hayan desarrollado antes que nosotros
Esta vez, astrofísicos estadounidenses de laUniversidad de Rochester (EE.UU.) han valorado la posibilidad de que existiera alguna vez una civilización inteligente en un exoplaneta, es decir en un planeta fuera del Sistema Solar.
Una investigación publicada en la revista‘Astrobiology’ explica que tal posibilidad es asombrosamente baja. Los astrofísicos A. Frank y W.T. Sullivan descubrieron que la civilización humana sería única solo si las probabilidades de otra civilización inteligente en algún exoplaneta habitable son inferiores a aproximadamente una en 10.000 millones de billones, o una parte en 10 elevado a 22.
“Para mí, esto implica que es muy probable que otras especies inteligentes que producen tecnología se hayan desarrollado antes que nosotros. Piénselo de esta manera. Antes de nuestro resultado usted sería considerado un pesimista si se imaginaba que la probabilidad de que se desarrolle una civilización en un planeta habitable fuera, digamos, una en un billón. Pero incluso esa conjetura implica que lo que ha sucedido aquí en la Tierra con la humanidad ha sucedido, de hecho, ¡otras 10.000 millones de veces más de la historia cósmica!”, constata Frank.
Para realizar su estudio, los científicos modificaron la ecuación de Drake teniendo en cuenta el número de exoplanetas descubiertos.
La mencionada fórmula fue concebida por el radioastrónomo estadounidense Frank Drake a fin de estimar el número de civilizaciones existentes en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Esa ecuación, concebida en 1961, identifica los factores específicos que, se cree, tienen un papel importante en el desarrollo de las civilizaciones. Aunque por ahora no hay datos suficientes para resolver la ecuación, los científicos han aceptado su relevancia como primera aproximación teórica al problema.