La policía israelí chocó el lunes con manifestantes palestinos en un disputado lugar de culto en Jerusalén, con saldo de cientos de heridos, dentro de una sucesión de altercados que están llevando al límite a la ciudad, reporta AP.
Más de una docena de latas de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras lanzadas por la policía cayeron en la Mezquita de Al Aqsa, ubicada en un recinto sagrado tanto para judíos como para musulmanes, según un fotógrafo de Associated Press en el lugar.
Los manifestantes habían colocado barricadas en las puertas del complejo con tablones de madera y chatarra desde la madrugada, según el fotógrafo.
En algún momento después de las 7 de la mañana comenzaron los enfrentamientos, en los que las personas dentro del recinto lanzaban piedras a la policía desplegada fuera.
Policías israelíes someten a un palestino durante los enfrentamientos en torno a la mezquita Al Aqsa en Jerusalén, el 10 de mayo de 2021. Foto Ap.
En un momento dado, en la Mezquita de Al-Aqsa había unas 400 personas, entre jóvenes manifestantes y fieles de mayor edad. Los manifestantes arrojaron piedras desde el complejo a una calle contigua, cerca del Muro de las Lamentaciones y donde se habían reunido judíos para rezar, según la policía.
Había una humareda delante de la mezquita y el emblemático santuario de cúpula dorada, y la plaza circundante quedó salpicada de piedras. En un rincón del complejo, zapatos y escombros se amontonaban sobre las alfombras.
Más de 305 palestinos resultaron heridos, de los que 228 acudieron a clínicas y hospitales para ser atendidos, según la Media Luna Roja palestina. Siete de los heridos estaban graves. La policía informó de 21 agentes heridos, tres de los cuales fueron hospitalizados.
Fuente: AP