SANTIAGO, 2 sep (Reuters) – Los chilenos votarán el domingo para aprobar o rechazar una propuesta de nueva Constitución centrada en derechos sociales y medio ambiente, un cambio radical respecto de la normativa actual heredada de la dictadura que ayudó a consolidar el modelo económico liberal del mayor productor global de cobre.
La posibilidad de reescribir la carta magna abrió una vía política tras las violentas protestas callejeras contra la desigualdad que estallaron a fines de 2019 en el entonces estable país sudamericano, en un camino que fue ratificado por una mayoría aplastante un año después en un referendo.
Pero ahora, tras polémicas disputas dentro de la asamblea redactora y una serie de propuestas controversiales que modifican la forma del Estado, introducen la plurinacionalidad o cambian el sistema político y judicial, todas las encuestas señalan desde hace meses que el texto será reprobado.
“Esta no es una segunda vuelta donde millones de personas que pierden tienen que buscar un candidato, sino que es una elección que se ha cocido lentamente y tiene distintos componentes que han generado esa tendencia”, dice a Reuters el analista electoral Axel Callís, de la encuestadora Tú Influyes.
En el voto impactará la percepción sobre el gobierno del progresista Gabriel Boric -impulsor del acuerdo político que abrió el proceso y que respalda el cambio constitucional- cuya popularidad ha caído fuerte en los últimos meses en medio de la incertidumbre y polarización política.
Factores como la desaceleración económica y la inflación al alza, la creciente inseguridad, la crisis desatada por la inmigración ilegal y un agudo conflicto indígena son clave para los votantes, quienes también votarán pensando en la posición del gobierno, dijo el analista Kenneth Bunker.
“Es una elección compleja en ese sentido porque uno pensaría que sólo es la elección constitucional, si les gusta o no el texto, pero es también un momento crítico en la historia de Chile, por el COVID, por el estallido social, por el gobierno de Boric”, señaló.
Y uno de los mayores focos de incertidumbre es cuánta gente votará en una elección en que se combinarán por primera vez dos factores: el voto será obligatorio y todas las personas mayores de 18 años están automáticamente habilitadas para hacerlo.
En el país sudamericano, donde poco más de 15 millones de personas están convocadas a sufragar el domingo, el voto es voluntario, pero las normas para este plebiscito son distintas.
Fuente: Reuters