El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció hoy que “todavía hay asociación delictuosa” entre autoridades y la delincuencia organizada, a pesar de la lucha en contrario, por lo que se tienen que redoblar esfuerzos contra este fenómeno que, dijo, se produce en los estados.
Durante la conferencia matutina de este miércoles ejemplificó con el caso de los dos sacerdotes jesuitas en la comunidad de Cerocahui, en Chihuahua, y enfatizó que el gobierno de aquel estado debe a la sociedad una explicación de fondo sobre esos crímenes y la probable protección al presunto responsable, José Noriel Portillo Gil, El Chueco, miembro de una célula en la región del cártel de Sinaloa.
“Sí, hay todavía asociación delictuosa, cada vez menos, porque no se tolera la impunidad. Muchos de los casos que todavía tenemos, tienen que ver con la tolerancia y con la impunidad que se da en algunas regiones y estados del país, pero se va avanzando, porque no se permite la impunidad arriba. El gobierno federal es cero impunidad y cada vez es más evidente cuando hay corrupción e impunidad en autoridades locales”.
Sobre el tema en Chihuahua, planteó: “Esto último de los asesinatos de los sacerdotes en Chihuahua, merece una explicación de las autoridades locales, a fondo. Porque ¿cómo es posible que con orden de aprehensión esta persona se moviera con toda libertad, que fuese patrocinador de un equipo de beisbol? Y que todo mundo supera a qué se dedicaba y no lo tocaran, ¿por qué ? ¿Cuál era su estatus’”.
López Obrador apuntó: “Tenía que haber ahí contubernio con autoridades. Y aquí hemos hablado del tema. Muchas veces esta convivencia perversa o este contubernio surge de los apoyos que se dan en campañas políticas. Estados que se descompusieron por completo porque para imponerse y hacer fraude hicieron acuerdos con grupos dedicados a la delincuencia y crearon monstruos y toda una red de complicidades de componendas”.
La probable complicidad de autoridades con el crimen organizado, dijo el mandatario, se manifiesta cuando no hay resultados en una fiscalía estatal y cuando en lugar de disminuir los delitos, éstos aumentan.
Destacó el caso de Veracruz, donde, aseguró, con el cambio en la titularidad de la fiscalía estatal, al sustituir a Jorge Winckler por Verónica Hernández, la situación en el estado ha mejorado. “No sé si tenía vínculos con la delincuencia (el anterior fiscal), pero es evidente, probable demostrarle que a partir que hubo ese cambio mejoraron las cosas, no quiere decir que ya no haya violencia, pero sí fue notable el cambio”.
Fuente: La Jornada