Por Frida Modak*
Desde que el presidente venezolano hizo público que padecía de cáncer se desataron las especulaciones de todo tipo, tanto entre sus adversarios como entre sus partidarios.
Ahora que su enfermedad ha llegado a un nivel más serio y preocupante ese cuadro se mantiene, en medio de una pugna a ratos pública y en otros subterránea, acerca de quien se quedará finalmente con el poder, si la oposición o el chavismo.
La prensa internacional se ha hecho eco de esta situación y de esa manera lo que ocurre en Venezuela, así como el estado de salud del mandatario, se está transformando en una suerte de polémica en la que lo que opina el pueblo venezolano parece una anécdota.
Las “teorías” acerca del futuro del país son numerosas, pero no han logrado ocultar hasta ahora que hay una mayoría que se pronuncia por no modificar lo establecido, en otras palabras, el chavismo sin Chávez que es un tema que la oposición interna y externa evita tocar.
El otro tema con el que se prefiere especular es el relativo al rol de los militares en el futuro, lo que a la vez implica una forma de intervenir políticamente puesto que de las dos figuras que podrían reemplazar al mandatario una de ellas es un ex militar chavista.
Es en este contexto que se señala que no se puede pretender que el presidente Chávez continúa gobernando, como reclama la oposición, y se discute también cuál es el alcance de determinados artículos constitucionales respecto a la juramentación del mandatario para el nuevo período de gobierno.
La pugna política
Desde que se le diagnosticó el cáncer que padece, el presidente Chávez no ocultó la enfermedad y adecuó las dos situaciones para continuar desempeñando sus funciones, pero el equilibrio entre ambas fue breve.
El tipo de cáncer que padece y que no se conoce, avanzó muy rápido, las intervenciones quirúrgicas se hicieron en lapsos más cortos y las medicinas que se usan en los tratamientos contra el cáncer debilitan físicamente a quien lo padece.
En el caso de Chávez no se advertían esos efectos y él continuaba con sus actividades, tal como se lo vio en la reciente elección presidencial y sin duda que eso es lo que más impacta a sus seguidores, como se ha visto en los actos a que han convocado.
Mientras el pueblo chavista reza y proclama su apoyo al mandatario, la oposición empieza a romper lanzas con una anticipación que tal vez le resulte contraproducente. Reclaman, en los hechos, que se declare la incapacidad del presidente para gobernar, con la mirada puesta en una nueva elección.
El objetivo es impedir por anticipado que Chávez pueda asumir un nuevo mandato y ese es el punto central del debate político en el que se miden la Procuradora General de la República y la oposición en torno a pronunciamientos anteriores del Tribunal Supremo de Justicia.
La Procuradora califica de ”formalismo” la disposición relativa a un nuevo juramento de Chávez en el cargo, porque “El Presidente ya fue electo por la mayoría del pueblo, el Presidente incluso está juramentado y hay una continuidad con el período que está culminando”.
Los opositores insisten en el juramento, en la perspectiva de que el presidente no esté en condiciones de dejar el hospital en que se encuentra y no pueda cumplir con ese trámite. Hay otros que estiman que los magistrados podrían viajar a tomar ese juramento.
En este debate también terció el Cardenal y arzobispo de Caracas, para quien el día 10 de este mes “se sabrá cómo ha evolucionado el Presidente y a qué atenernos todos”, con lo que se sumó a lo que plantea la oposición.
En el Partido Socialista Unido de Venezuela. PSUV, que es el creado por el presidente Chávez, se mantiene una actitud serena, aparente o real, que ha evitado controversias interna, las que según la prensa opositora venezolana existirían.
Lo que se plantea en esos medios es que si se anulara la reciente elección, en el partido gobernante surgirían dos postulantes, el actual vicepresidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, parlamento, Diosdado Cabello.
En respuesta a los planteamientos de la directiva opositora que ha demandado que a Chávez lo declaren en ausencia temporal debido a que su enfermedad le impediría ejercer sus funciones, Cabello les respondió que tenían muy claro lo que debían hacer y agregó “Ojalá no se equivoquen. Tristeza no es debilidad”.
La opinión del pueblo
Mientras en el plano político, todos opinan e incluso se sugiere quien debería ser el nuevo presidente en caso de que los comicios se anulen si Chávez no puede ir al juramento, a nivel popular también hay opiniones.
Un dirigente de los Consejos Comunales del barrio 25 de Enero dijo en una entrevista que “El pueblo de Venezuela seguirá marcando la pauta de esta revolución, más allá de que nosotros perdamos el liderazgo”.
Otro afirmó que “El pueblo, las clases oprimidas, van a tomar el mandato” para continuar el camino trazado por Chávez y agregó “el pueblo ve a Chávez invencible, Chávez volverá”.
Una mujer menuda, a la que Chávez le proporcionó un quiosco para que vendiera sus productos dijo “Todos los días le pido a mi Dios que no me lo vaya a dejar” y un joven aseguró “mi comandante va a regresar nuevamente ahorita, para la toma de posesión, reforzado”.
Hay muchas declaraciones más, en el mismo sentido que indican que no le será fácil gobernar a la derecha, que aspira a recuperar el poder. Un poco menos difícil debería serle al chavismo, pero eso dependerá del contexto en que se produzca el cambio de presidente.
* Frida Modak, periodista, fue Secretaria de Prensa del Presidente Salvador Allende.
Fuente: http://alainet.org/active/60702