Chapo pagó plagios transfronterizos

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El Cártel de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán pagó 250 mil dólares para “levantar” en Estados Unidos y traer a México a ciudadanos de aquel país para ejecutarlos, según documentos de la Corte Federal en El Paso divulgados por el diario Reforma.

Gabino Salas Valenciano, quien hasta el año pasado era el principal mando de la organización en Ciudad Juárez, empleó a traficantes de armas y de drogas de origen estadounidense para eliminar a los acreedores que incumplían con sus adeudos al otro lado de la frontera.

Fue el caso del texano Sergio Sauceda, quien supuestamente perdió 300 kilos de mariguana al Cártel de Sinaloa y en represalia fue secuestrado en El Paso en septiembre de 2009 y luego hallado muerto y con las manos cercenadas sobre el pecho, en un paraje del Valle de Juárez.

Por su cabeza, se pagaron 250 mil dólares, señala la causa criminal EP-11CR-2817-FM, iniciada en la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas, en El Paso, contra Francisco Javier Pulido “El Pichas”, César Piñeda y Carlos Cuéllar, los tres ya detenidos en México y Estados Unidos.

De acuerdo con el expediente, desde que “El Chapo” tomó gradualmente el control de Ciudad Juárez y desplazó al clan de los Carrillo Fuentes en esa frontera, cuatro de sus hombres se volvieron importantes para el trasiego de la droga, armas y dinero.

Se trata de Noel Salgueiro Nevárez “El Flaco”, José Antonio Torres Marrufo “El Jaguar”, quienes encabezaron la guerra para arrebatarle la plaza a los Carrillo; el propio Gabino Salas Valenciano, operador de los envíos de droga, y Luis Carlos Marín, un traficante local.

Salgueiro fue capturado el 5 de octubre de 2011 en Culiacán, Sinaloa; a Torres Marrufo lo detuvieron el 3 de febrero de 2012 en León, Guanajuato y Salas Valenciano fue abatido 8 de agosto de 2013 en el Valle de Juárez. Sólo queda en activo Marín.

El 5 de agosto de 2009, en el punto de revisión de la Patrulla Fronteriza en Sierra Blanca, Texas, los agentes detuvieron a dos personas con un tráiler que transportaba 303.9 kilos de mariguana, droga que había importado Sergio Sauceda, un narcotraficante estadounidense de 30 años de edad.

El cargamento se lo había enviado Luis Carlos Marín, lugarteniente de Torres Marrufo “El Jaguar”, y al parecer esta pérdida fue la última para el destinatario.

Casi un mes después, el 3 de septiembre de 2009, un grupo de sicarios enmascarados -también estadounidenses- irrumpieron en una casa de Horizon City, a las afueras de El Paso, y se llevaron a Sergio Sauceda en una camioneta Ford Expedition color marrón.

Los plagiarios condujeron hasta un lote en la localidad de Fabens, donde estaba la casa móvil de Francisco Javier Pulido “El Pichas”, un traficante mexico-americano que ya era buscado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

Al lugar llegaron poco después Víctor Elías “El Chito”, César Piñeda e Israel Cárdenas García, “El Rayelo”.

“Los hombres, quienes iban enmascarados, sacaron a Sauceda de su vehículo y lo colocaron en el asiento trasero de la camioneta pick up que yo conducía. Pulido también se encontraba presente en la casa móvil.

“Entonces yo transporté a Sauceda de la casa de Pulido a México por el Puerto de Entrada Fabens-Caseta”, declaró Piñeda ante la corte estadounidense.

Según el expediente, Piñeda llevó a Sauceda a un lugar conocido como La Cabaña en el Valle de Juárez, que no era otra cosa sino una casa habilitada como depósito de armas. Al llegar, entregaron a Sauceda a un grupo de 10 hombres.

La víctima acababa de ser entregado a Torres Marrufo “El Jaguar” y Luis Carlos Marín.

“Pulido me informó que Sauceda se había robado más de 600 libras de marihuana de la organización de Luis Carlos Marín, quien trabajaba para Torres Marrufo.

“También me dijo que la organización Luis Carlos Marín, a nombre de Torres Marrufo, le pagó a Salas Valenciano 250 mil para secuestrar a Sauceda”, declaró Piñeda.

Cinco días más tarde el cuerpo de Saucedo amaneció a las orillas del Río Bravo, semidesnudo, con señas de tortura y con las manos cercenadas y colocadas en el pecho.

Los sujetos que se vieron involucrados en este crimen, eran incondicionales de Gabino Salas Valenciano “El Ingeniero”.

‘Compré en Texas 70 fusiles de asalto’

En el expediente abierto en una corte de Estados Unidos contra César Piñeda, el presunto sicario al servicio del Cártel de Sinaloa relata que los mandos de la organización criminal le ordenaron comprar fusiles de asalto del otro lado de la frontera.

Piñeda fue contratado en 2009 por Diego Rodríguez -ya fallecido- para empezar a trabajar para Gabino Salas Valenciano “El Ingeniero”, cruzando pequeñas cantidades de mariguana a El Paso y desde aquel año conoció a Francisco Javier Pulido “El Pichas”, quien supervisaba el trasiego de drogas.

“En julio de 2009 recibí instrucciones de ir a El Paso, Texas, donde Pulido me entregó 24 mil dólares. Me entregaron el dinero para comprar armamento en Fort Worth, Texas, específicamente AK-47, para la organización Salas Valenciano. Fui a Fort Worth donde compré 17 AK-47.

“Yo participé en otras compras de armamento para la organización de Salas Valenciano, dos en Forth Worth y una en Denver, Colorado. En total, participé en la compra aproximadamente de 70 armas, aproximadamente 50 de las cuales eran AK-47 y aproximadamente 20 AR-15”, relata Piñeda.

Pulido también invitó a trabajar a la organización al estadounidense Carlos Cuéllar, pese a haber trabajado para los Carrillo Fuentes. Entre junio y agosto de 2011 Cuéllar introdujo a Estados Unidos 7 cargamentos de mariguana de 150 kilos cada uno, según su confesión.

La droga la entregaba a unos sujetos de nombre René y Víctor en Socorro, Texas. Pulido le pagó mil dólares por cada carga exitosa.

“Pulido le pagaba una tarifa a Reyna Mejía Garrido por transportar mariguana de contrabando por el sector que ella controlaba en el Valle de Juárez.

“En agosto de 2011, varias personas de las que recibían la mariguana fueron arrestadas cuando intentaban pasar de contrabando a los Estados Unidos casi 150 kilogramos de mariguana”, declaró Cuéllar ante la corte de El Paso.

En mayo de 2011 Piñeda fue detenido en Texas y se declaró culpable de asociación para cometer homicidio en un país extranjero, delito por el que fue sentenciado a 240 meses de prisión.

Cuéllar también fue arrestado en octubre del mismo año por tráfico de mariguana y en febrero de 2012 se declaró culpable y fue sentenciado a 150 meses de cárcel.

En tanto, Francisco Javier Pulido “El Pichas” fue capturado el 27 de abril de 2013 y encarcelado en el Penal Federal de Hermosillo, Sonora, con base en una orden de detención provisional con fines de extradición.

La Secretaría de Relaciones Exteriores concedió a Estados Unidos la extradición de “El Pichas” por los delitos de delincuencia organizada; secuestro que resulta en muerte; asociación delictuosa para secuestrar, asesinar y mutilar en un país extranjero y asociación para importar mariguana.

Estados Unidos evitó pedir su extradición por homicidio, porque México la hubiera negado, debido a que el delito puede ser castigado con la pena de muerte, que está prohibida en el País.

Fuente: Reforma

 

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