Pasado el mediodía llegó a Santiago de Cuba la caravana con los restos de Fidel Castro. Miles de santiagueros lo despiden en las calle.
A las siete de la mañana salió de Bayamo, lugar donde se entonó por primera vez el himno nacional cubano, y pasado el mediodía comenzará un recorrido de 17 kilómetros por las calles de esta ciudad donde Castro proclamara, el primer día de 1959, el triunfo de la revolución cubana. Una de las tres paradas simbólicas ya dentro de la ciudad será en la pequeña plaza donde está la alcaldía, en cuyo balcón apareció el barbudo que sacudió a Cuba –“y al mundo entero”, dicen en estos días miles de cubanos- hace 58 años.
A las siete de la noche tendrá lugar el acto político en la Plaza de la Revolución, lista desde anoche con luces tipo estado. Los invitados internacionales han comenzado a llegar. Lula, Dilma, el presidente del Congo, el ex presidente dominicano Leonel Fernández y otros mandatarios caribeños, sin contar a estrellas como Diego Armando Maradona.
El discurso principal estará a cargo –como él mismo lo anunciara en La Habana hace unos días– del presidente Raúl Castro, quien se hiciera cargo de conducir a su país tras el retiro de su hermano en 2008.
Desde anoche, la Plaza de la Revolución está lista con grandes luces tipo estadio. En los sitios simbólicos donde se detendrá la caravana por unos instantes, trabajadores pintan apresuradamente las rayas del tránsito y las banquetas, mientras la poeta Teresa Melo informa de su apretada agenda, pues le toca participar en la vigilia cultural que seguirá al acto político y que se prolongará toda la noche. “Yo no hago discursos, yo me expreso con mi poesía, y estoy trabajando algo corto, de cuartilla y media, así que no bajaré a la ciudad hasta después del mediodía”.
A esas horas llegará la caravana que ha hecho el mismo camino que Fidel Castro y sus guerrilleros de la Sierra Maestra recorrieran tras la derrota de las fuerzas de Fulgencio Batista.
El cortejo de Fidel en su paso por Camaguey
Rafael, un arrendador de cuartos para turistas, registra meticulosamente números de pasaportes y entrega recibos de todas sus operaciones (“en estos días nos están revisando mucho, para que todo sea correcto”). Él sí recuerda otro momento en que Santiago estuvo, como hoy, patas arriba: “Las visitas de los tres papas”.
La mañana del domingo, muy temprano, las cenizas de Fidel serán depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia, donde reposan los restos del poeta y héroe nacional José Martí. Ahí, desde hace mucho, hay una guardia permanente, que cambia cada media hora, de las ocho de la mañana a las cinco de la tarde, y que, solemnidad aparte, se ha convertido también en una atracción turística. Ahora esa guardia será también para Fidel Castro Ruz.
Fuente: La Jornada