El segundo informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, afirma que el teléfono móvil del soldado normalista Julio César López Patolzin estuvo activo emitiendo y recibiendo mensajes de texto, así como llamadas y transferencia de datos multimedia durante y posterior a la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014.
Por ello, los especialistas plantearon que este hecho constituye un elemento para ser utilizado como línea de investigación con el propósito de esclarecer los hechos registrados en el puente del Chipote y que una de sus aristas es el traslado de los normalistas al municipio de Huitzuco.
Incluso, el documento refiere que el análisis de la telefonía de los normalistas evidenció que algunos teléfonos, no sólo el de López Patolzin, estuvieron activos todavía unas horas o días después de la tragedia.
No obstante, el GIEI evadió investigar el hecho de que López Patolzin era soldado en activo en el momento en que fue desaparecido por policías y criminales junto al resto de los normalistas de Ayotzinapa, como lo reveló Proceso desde junio pasado, a través de un documento oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El 17 de junio, Apro dio a conocer que uno de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa está dado de alta como soldado en activo, pero su identidad fue catalogada como “confidencial”, reveló la Sedena, a través de una solicitud de acceso a la información pública que realizó este reportero.
Posteriormente, Rafael López Catarino, padre de Julio César López Patolzin, confirmó que su hijo fue militar, pero habría “desertado” el año pasado para ingresar a la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”.
Incluso, el padre del soldado normalista ha venido reprochando a las autoridades el hecho de que hasta ahora no se haya esclarecido el tema del teléfono móvil de su hijo, que siguió activo después de la desaparición de los estudiantes y, de acuerdo con el rastreo satelital, se ubicó por última vez en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala.
Cuatro meses después, el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, habló sobre este tema durante una entrevista transmitida en octubre pasado en el noticiero estelar de Televisa, donde confirmó que el soldado normalista desaparecido es Julio César López Patolzin.
Luego, el caso del soldado normalista desaparecido fue ocultado y ninguna autoridad habló más del tema, así como los padres de los 43 normalistas y las organizaciones que respaldan el movimiento social que exige justicia.
No obstante, ayer durante la presentación del último informe del GIEI sobre el caso Ayotzinapa en la Ciudad de México, se hizo mención al teléfono de López Patolzin.
Al respecto, el informe señala que a las 22:21 horas del 26 de septiembre, el teléfono del soldado normalista activó la antena Margaritas-Palacio de Justicia y envió un mensaje de dos vías.
“A esta hora posiblemente trataba de comunicarse con alguien que les apoyara, debido a que se encontraban en pleno ataque de la Policía Municipal” en las inmediaciones de la sede del Tribunal Superior de Justicia que se encuentra sobre la carretera Chilpancingo a la altura del puente del Chipote.
Posteriormente, a las 23:47 horas, es decir casi una hora y media después de la última activación, su teléfono recibe un mensaje de dos vías desde la antena ubicada en la calle Los Pinos de la colonia 28 de Febrero en la cabecera municipal de Huitzuco.
Esta antena, refiere el informe, se localiza en las inmediaciones de la carretera Huitzuco-Atenango y, por el tipo de comunicación, “no es posible determinar la ubicación del receptor, es decir, del soldado normalista”.
Luego, el teléfono móvil de López Patolzin se activó por tercera ocasión a las 23:56 horas, ahora por uso de datos, desde una antena ubicada sobre la calle Benito Juárez a tres cuadras del centro de Iguala.
“Lo que significa que el teléfono de Julio César López Patolzin se encontraba activo prácticamente a la medianoche del 26 de septiembre”, advierte el informe del GIEI.
La investigación refiere sin especificar que otros teléfonos también permanecieron activos algunos días después de los hechos trágicos, “otros les cambiaron los chips y siguieron utilizándose”, afirmaron los especialistas.
También se advierte que el padre del soldado normalista, durante una declaración ante el agente del Ministerio Público del fuero común, hizo referencia a la participación de policías municipales de Huitzuco en el ataque y desaparición de los 43 normalistas.
Toda esta información debe ser profundizada en la futura investigación sobre los presuntos responsables y sobre el destino de los normalistas, recomienda el GIEI en su informe, donde no se explica si ellos pidieron información al Ejército sobre las actividades del soldado normalista, cuyo teléfono estuvo activo durante la agresión y la posterior desaparición de los 43 jóvenes.
Fuente: Apro