El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson (republicano), dijo este miércoles por la mañana que no firmará un controversial proyecto de ley en torno a la libertad de culto, diciendo que quiere que los legisladores retiren la propuesta y que le hagan cambios para que se asemeje más a la ley federal.
“Este es un proyecto de ley que ordinariamente no generaría ninguna controversia”, según dijo el gobernador durante una conferencia de prensa. “Pero no estamos viviendo una época ordinaria”.
Un proyecto de ley muy similar en Indiana desencadenó una ola de indignación en el estado, cuando los críticos —incluyendo la NCAA y el jefe ejecutivo de Apple, Tim Cook— acometieron contra la ley, que según sus opositores, podría ser utilizada para permitir que los negocios discriminen en contra de las parejas gay. Pero el martes, varias horas después de que el gobernador de Indiana, Mike Pence (republicano), dijera que el estado iba a “arreglar” el proyecto de ley en respuesta a dicha controversia, los legisladores en Arkansas votaron abrumadoramente para aprobar su propia versión de la ley.
Los partidarios de estas leyes dicen que son necesarias para proteger los derechos de las personas religiosas. La ley de Arkansas, llamada Ley de Restauración de la Libertad de Culto, dice en su texto que ésta existe para salvaguardar el derecho de una persona a no querer hacer algo que entre en conflicto con sus creencias religiosas.
“Esta legislación no le permite a nadie discriminar en contra de otra persona”, según dijo el representante estatal Bob Ballinger, un republicano que apoyó el proyecto de ley, en una entrevista por teléfono antes de que la ley fuera aprobada el martes. “El proyecto de ley hace justamente lo opuesto. Se enfoca en los derechos civiles de las personas a creer en lo que quieran creer, y no dejar que el gobierno interfiera con dichas creencias”.
Pero la ley de Indiana y el proyecto de ley de Arkansas han sido el blanco de fuertes críticas debido a que a diferencia de la ley federal de la libertad de culto, la cual fue firmada por el Presidente Bill Clinton en 1993 y otras leyes similares en otros estados del país, estos nuevos proyectos de ley dicen que las compañías pueden tener los mismos derechos religiosos de los que gozan los individuos, lo cual, según sus oponentes, puede ser utilizado para que las empresas discriminen en contra de las parejas gay.
Fuente: The Washington Post vía El Diario
