A dos meses del multihomicidio de cinco personas en la colonia Narvarte persisten serias interrogantes en torno a la investigación de los hechos que han consternado a la sociedad. Entre las víctimas se encuentra el fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, de quien ARTICLE 19 ha asumido la coadyuvancia.
Hasta el día de hoy no existen atisbos de justicia, verdad y reparación para las víctimas. Hay serias deficiencias en la investigación ponen en entredicho el éxito de la misma.
El agotamiento de la línea de investigación que apunta a los antecedentes de amenazas contra Nadia Vera y Rubén Espinosa se debe en gran parte a la presión social y al propio impulso de los abogados que representamos a las distintas víctimas. Sólo de esta manera se han integrado datos, notas y testimonios que acreditan estos hechos, y no por una diligente y oficiosa recopilación de tales pruebas.
Preocupa a ARTICLE 19 que –aunque se diga lo contrario– las pruebas más contundentes para robustecer la hipótesis oficial de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) sean las declaraciones de dos de las personas detenidas, Daniel Pacheco Gutiérrez y Abraham Torres Tranquilino. De las anteriores se observan fuertes contradicciones, mientras que la tercera persona detenida, César Omar Martínez Zendejas, negó los hechos. Además, de los cateos realizados en los domicilios de los probables responsables, no se encontraron datos que confirmaran sus dichos.
En lo que respecta al primer detenido, una vez que se realizó la aplicación del Protocolo de Estambul, por parte de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, la titular del organismo señaló públicamente que no se demostró la comisión de tortura en agravio del primer detenido. Lo anterior genera preocupación, ya que es insostenible que el procesado se haya ocasionado las lesiones “al tratar de subir a la patrulla” como se encuentra en la investigación. Ante ello es fundamental se transparente el contenido de los dictámenes del protocolo.
Para ARTICLE 19 el respeto irrestricto a los derechos de los imputados es garantía de acceso a la justicia y la verdad para las familias de las víctimas.
A la fecha, en voz del propio procurador, Rodolfo Ríos Garza, no se ha logrado esclarecer el móvil del crimen, es decir, las razones por las cuales se cometió. No obstante, por medio de mecanismos no oficiales –e ilegales, como son las filtraciones– se pretende construir una narrativa relacionada con el “ajuste de cuentas” de narcotraficantes con Mile Virgina, circunstancia que tampoco se encuentra acreditada.
Lo cierto en el multihomicidio de la Narvarte es que se puede concluir que existe una planeación y preparación previas que trascienden a un mero robo. Es evidente que previo a los asesinatos la tortura se dirigiera a Mile, Rubén y Nadia –y que fue particularmente larga en el caso de los dos últimos.
Como lo hemos señalado, resulta urgente para el esclarecimiento de los hechos y la sanción a los responsables, determinar con la mayor exactitud posible la secuencia con la que ocurrieron los hechos dentro del departamento; establecer el número de participantes en la ejecución y facilitación del crimen; profundizar en la línea de investigación relacionada con los antecedentes de amenazas en contra de Nadia y Rubén; geolocalizar aparatos telefónicos sustraídos del lugar, incluidos los de Rubén Espinosa y Nadia Vera.
Para ARTICLE 19 resulta particularmente preocupante la falta de claridad sobre el móvil del crimen y sobre la participación de más personas como autores intelectuales y facilitadores. En esta tesitura, mantener formalmente abiertas las investigaciones por parte de la PGJDF no garantiza el esclarecimiento total de los hechos hasta en tanto se actúe con debida prontitud, seriedad, exhaustividad, objetividad e imparcialidad.
A continuación se presenta un informe más detallado del estado de las investigaciones:
Fuente: articulo19.org