Luego de que Estados Unidos acusó a ejecutivos de la Banca Privada d´Andorra (BPA) de colaborar en el blanqueo de capitales de clientes rusos, chinos y venezolanos, se conoció que varias organizaciones mafiosas estaban entre sus clientes, incluido el cártel de Sinaloa.
El diario español El Mundo difundió el viernes los nombres de algunos de los clientes “peligrosos” de BPA, banca referida cotidianamente en España, por ser la entidad financiera en la que ocultaba su fortuna la familia de Jordi Pujol, el presidente de la Generalitat de Cataluña, entre 1983 a 2006.
La investigación judicial encabezada por la Audiencia Nacional ha solicitado frecuentemente información de dichas cuentas a las autoridades de Andorra para conocer los fondos de los Pujol en BPA.
Después de conocerse la acusación de las autoridades estadounidenses, las autoridades de Andorra intervinieron el BPA y destituyeron a sus principales directivos.
Asimismo, el Banco de España intervino al Banco de Madrid, propiedad en su totalidad de BPA, tras las investigaciones iniciadas por el Departamento del Tesoro estadunidense.
Según Estados Unidos, la entidad andorrana actúa como vehículo para el blanqueo de capitales y de “proveer servicios para personas y organizaciones vinculadas al crimen organizado, la corrupción y el contrabando”.
Es el cuarto banco más grande de los cinco de Andorra, territorio con una opaca fiscalidad que es aprovechada como un paraíso fiscal.
Otros clientes peligrosos citados por el matutino español son el ciudadano chino avecindado en Madrid, Gao Ping, implicado en una trama criminal y de corrupción policial; Andrei Petrov, cabeza de la mafia rusa detenido en Girona, y el cartel de Sinaloa. También tiene como cliente a la petrolera venezolana PDVSA.
Miembros del cartel de Sinaloa establecieron contacto con la Banca Privada d´Andorra para que actuara de intermediario y atrajera potenciales clientes interesados en el blanqueo de capitales.
Esto se hacía mediante el envío de pequeñas transferencias de dinero desde las cuentas de otras instituciones bancarias para cuentas de uso exclusivo de BPA.
La organización criminal utilizaba sus empresas “pantalla” asentadas en Panamá, España y Suiza para atraer clientes.
Fuente: Proceso