El Gobierno canadiense muestra disposición de dar batalla en una confrontación de tarifas y este 12 de marzo anunció una tasa de 25% sobre productos estadounidenses valorados por 20.700 millones de dólares luego que entraron en vigor los aranceles de EE. UU. a las importaciones de acero y aluminio de todo el mundo. En medio del nerviosismo de los mercados, algunas naciones aguardan y analizan su respuesta ante la política de Trump.
Canadá, el mayor proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos, anunció la imposición de un arancel de 25% a productos estadounidenses valorados en 20.700 millones de dólares. De acuerdo con lo informado por el ministro de Finanzas canadiense, Dominic LeBlanc, los nuevos aranceles cubren el acero y el aluminio, así como otros productos estadounidenses, incluidos ordenadores, equipos deportivos y productos de hierro fundido.
La nueva tasa, que entrará en vigor el 13 de marzo, se sumará a las tarifas que ya aplica la nación a una serie de productos, que van desde bebidas alcohólicas hasta electrodomésticos, cuyo valor asciende a 30.000 millones de dólares.

Para la canciller canadiense, Mélanie Joly, el tema de los aranceles podría ocupar una posición relevante en la cumbre de ministros de Asunto Exteriores del G7 que se desarrollará en la localidad de Charlevoix, provincia de Quebec, entre el 12 y el 14 de marzo y a la que asistirá el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
La representante de la diplomacia canadiense indicó que “esta va a ser una lucha diaria”, y que espera discutir el tema con sus homólogos europeos durante el encuentro. “En todas las reuniones, presentaré el tema de los aranceles para coordinar nuestra respuesta con los europeos y para poner presión a los estadounidenses. Esto es mucho más que economía. Es una cuestión del futuro de nuestro país. La soberanía e identidad canadienses no son negociables”, afirmó Joly.

De acuerdo con el medio estadounidense ‘NBC’, una delegación canadiense prevé viajar a Washington este jueves con el objetivo de sostener conversaciones con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y así evitar una escalada en la guerra arancelaria.
Canadá podría ser una de las naciones más perjudicadas por la imposición de aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos debido a que es uno de los principales exportadores de estos metales a la Unión Americana. De acuerdo con las cifras del Departamento de Comercio estadounidense, Ottawa envió 5,9 millones de toneladas de acero y 2,4 millones de toneladas de aluminio en 2024.
Otro de los países que se ha visto perjudicado por la medida es México. Esta nación envió 3,1 millones de toneladas de acero a Estados Unidos en 2024, siendo el tercer proveedor de este metal. No obstante, y como ha sido característico, el Gobierno de Claudia Sheinbaum responderá a la medida más adelante, en este caso el 2 de abril.
“Esperamos que, dado que tenemos un tratado comercial y que no hay aranceles de México a Estados Unidos, pues que no haya aranceles recíprocos. Entonces, vamos a esperar al 2 de abril, y a partir de ahí la definición nuestra si se pone en aranceles o no recíprocos también, en el caso del aluminio, del acero o dependiendo también de cómo vengan”, indicó la mandataria este miércoles.
China denuncia violaciones a las normas de la OMC
Si bien China no es de los principales exportadores de acero, en 2024 envió cerca de 497.000 toneladas, la nación es un importante socio comercial de Estados Unidos y ya se ha visto impactada por la imposición de tarifas a otros productos.
En este sentido, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, denunció que las tarifas de Trump violan las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Por lo que no descarta que Beijing responda de manera firme en los próximos días.
“China siempre ha creído que no hay salida al proteccionismo y que nadie saldrá vencedor en una guerra comercial o arancelaria, este es un consenso universal de la comunidad internacional. Las acciones de Estados Unidos violaron gravemente las reglas de la OMC y el sistema multilateral de comercio basado en normas, y no contribuyen a la resolución de los problemas. Tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar nuestros legítimos derechos e intereses”, dijo la representante del Gobierno chino.
Por otro lado, en Berlín el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, calificaron como un “error” los aranceles impuestos por Trump y celebraron la disposición de la Comisión Europea, que reaccionó con aranceles, a establecer conversaciones con Washington si su administración así lo desea.
Adicionalmente, destacaron el carácter de socio comercial fiable de Europa y los beneficios, para ambas economías, si se establecen más acuerdos comerciales.
“El mundo ve a Europa como un socio fiable y predecible, debemos aprovechar esta oportunidad. Necesitamos más acuerdos comerciales, no más aranceles. Los aranceles, de hecho, son impuestos para las empresas y los ciudadanos, los aranceles solo aumentan la inflación”, aseguró Antonio Costa durante el encuentro.
México anuncia que responderá a aranceles de Trump el 2 de abril
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este miércoles que su Gobierno aún no tomará represalias frente a los nuevos aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a todas las importaciones de acero y aluminio, pero que su Gobierno esperará hasta el 2 de abril para tomar una decisión.
La mandataria subrayó que espera una posible resolución en las próximas semanas.
“Esperamos que, dado que tenemos un tratado comercial y que no hay aranceles de México a Estados Unidos, pues que no haya aranceles recíprocos. Entonces, vamos a esperar al 2 de abril, y a partir de ahí la definición nuestra si se pone en aranceles o no recíprocos también, en el caso del aluminio, del acero o dependiendo también de cómo vengan”, sostuvo Sheinbaum.
Trump ha argumentado que los aranceles son una herramienta necesaria para restaurar la capacidad manufacturera del país y crear nuevos empleos. Funcionarios mexicanos han afirmado que los aranceles son injustificados, señalando datos que muestran que Estados Unidos mantiene un superávit comercial de acero y aluminio con México.