La Campaña de los Pobres, la resurrección de la última campaña del reverendo Martin Luther King de 1968, convocó a miles de participantes de diversos puntos del pais a su “Asamblea y Marcha Moral sobre Washington” este sábado para promover un cambio sistémico para enfrentar la pobreza, el racismo, el militarismo y la emergencia climática en el país más rico del mundo.
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Sobre la Avenida Pensilvania con el Capitolio como trasfondo, oradores incluyendo líderes religiosos, sindicalistas, ambientalistas, de movimientos sociales e inmigrantes, de derechos de las mujeres entre otros abordaron la amplia gama de luchas para rescatar a comunidades pobres de sus retos por empleo, salud, educación, agua y aire limpio, y por derechos fundamentales.
El reverendo William Barber, co presidente de la Campaña de los Pobres, reiteró que en este país, unos 140 millones – casi la mitad de la población – viven en, o al borde de, la pobreza y dijo que se está creando un magno movimiento de los más afectados para transformar el país con una agenda de justicia económica, social y ambiental. “Somos negros, indígenas, latinos, asiáticos, blancos, viejos y jovenes, gay (…) Somos los rechazados por el neoliberalismo”.
Ante el mosaico de razas, edades, religiones, sindicatos y organizaciónes en sus diversas camisetas y bajo sus mantas y pancartas – el sindicato de servicios SEIU, Greenpeace, Veteranos [militares]por La Paz, organizaciones de inmigrantes de varios estados, representantes religiosos protestantes, católicos, judíos y musulmanes – Barber declaró que “no somos una insurrección, somos una resurrección” al hablar sobre la continuación de las luchas anteriores y del legado del reverendo King.
“Ya no nos mantendremos más en silencio”, repitió, y esa fue la consigna y canto del día.
La reverenda Liz Theoharis, co-presidenta de la campaña , presentó a oradores de luchas locales alrededor del pais, de Alabama a Maine, de Illinois a Florida, Indiana, Kansas y Oklahoma ante los que viajaron de decenas de estados mas quienes ofrecieron sus historias personales sobre los efectos de la desigualdad económica, el acceso a salud, educación y mas para los pobres, el encarcelamiento masivo (habló un hombre que fue encarcelado 23 años por un delito que no cometió), y la violencia sistémica del racismo y las armas de fuego (habló el hijo de la víctima de mayor edad, 86 años, en el tiroteo masivo en Buffalo el mes pasado por un supremacista blanco).
Un coro y conjunto de gospel ofreció viejas y nuevas canciones sintonizando las antiguas luchas de derechos civiles con expresiones contemporáneas a lo largo de la asamblea popular.
La campaña afirma que “cualquier nación que ignora a casi la mitad de sus ciudadanos esta en una crisis moral, económica y política (…) Desde marzo de 2020, mientras cientos de miles de personas han fallecido, millones están al borde del hambre y de ser expulsados de sus hogares, y aún sin seguro de salud o salarios dignos, la riqueza de los multimillonarios ha crecido en 2 billones de dólares”.
En su convocatoria, la Campaña subraya que esta asamblea tiene el objetivo de ser una “declaración de poder de los pobres y de trabajadores de bajos ingresos y nuestros aliados morales para declarar que este sistema nos esta matando a todos y no podemos, rehusamos mantenernos en silencio”.
Victor Alvarez, del Comité Popular de Asheville para la Justicia Social, parte de una coalición “El Colectivo” de organizaciones de inmigrantes en Carolina del Norte, comentó a La Jornada que el y sus compañeros participan en estas luchas por los derechos humanos en Estados Unidos y por una reforma migratoria. El originario del estado de México que migró hace 20 años dice que la lucha en Carolina del Norte implica confrontar el racismo y la ola antimigrante, y que “venimos a trabajar a este país, aportamos lo nuestro, durante la pandemia arriesgamos la vida para mantener funcionando a este país”. Afirmó que no cederán hasta lograr una reforma, y con ello, apoyar a otras luchas por justicia social en ambos lados de la frontera.
El filósofo e intelectual publico Cornel West declaró ante los manifestantes que los afroestadunidenses que han padecido “400 años de odio, responden una y otra vez con ofrecimientos de amor” en luchas cómo está. Insistió que la meta es desafiar tanto a “los republicanos neofasicstas como a los demócratas neoliberales tibios” para lograr una transformación aquí “y estar en solidaridad con luchas en África, Asia y América Latina (…) Tenemos que vivir estando dentro del imperio pero no formar parte de él”.
La campaña está promoviendo la iniciativa llamada la “Tercera Reconstrucción” – en referencia a las transformación de la primera Reconstrucción después de la Guerra Civil y la Segunda Reconstrucción de la lucha por los derechos civiles del siglo pasado – la cual formula una serie de políticas públicas para poner fin a la pobreza a través de enfrentar el racismo sistémico, la desigualdad, el militarismo y una crisis climática cuyos mayores consecuencias son padecidas por los mas pobres y vulnerables dentro y fuera de este país.
La Campaña de los Pobres, con presencia organizativa en 45 de los 50 estados, se lanzó como la continuación del trabajo de King en 2018 y ahora cuenta con una red de más de 250 organizaciones aliadas, las cuales apoyaron y/o participaron en esta asamblea, incluyendo la central obrera AFL-CIO, el movimiento ambiental Sunrise, el Consejo Nacional de Iglesias, Círculo Islámico de Amerioa del Norte, Planned Parenthood, varios sindicatos nacionales – incluyendo SEIU, AFT (maestros) UE, UFCW y AFSCME – Friends Committee on National Legislation, Greenpeace entre otros. [www.poorpeoplescampaign.org].
Fuente: La Jornada