Tres años después de haber sido el rostro de las protestas estudiantiles, que dieron inicio a una discusión profunda sobre la necesidad de una reforma educacional, la comunista Camila Vallejo (Santiago, 1988) ha asumido este martes como diputada en el Congreso de Valparaíso y se ha convertido en la representante más joven de la Cámara.
En una breve ceremonia de asunción del nuevo Parlamento, la geógrafa de 25 años ha prometido como representante del distrito de La Florida, uno de los de mayor población de la capital chilena, junto a otros tres exlíderes del movimiento que produjo una ruptura política y social en Chile.
Vallejo ha llegado al Poder Legislativo junto a otro de los cabecillas de las manifestaciones de 2011, el ingeniero Giorgio Jackson (Santiago, 1987), del movimiento Revolución Democrática. La bancada de los estudiantes, como se le conoce a este grupo parlamentario, también estará compuesta por la matrona Karol Cariola (Santiago, 1987), secretaria general de las Juventudes Comunistas, y por el graduado de Derecho Gabriel Boric (Punta Arenas, 1986), que en 2012 sucedió a Vallejo en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y que lidera la agrupación estudiantil Izquierda Autónoma.
No superan los 28 años y tienen la intención de inyectar nuevos aires a un Congreso cuya edad promedio es de 49 años. Los cuatro se consideran de izquierda, tienen una evidente sintonía personal y un diagnóstico político similar: concuerdan con la necesidad de las reformas estructurales, como la del sistema educativo y una nueva Constitución, contemplada en el programa de Michelle Bachelet.
Pero a diferencia de Vallejo y Cariola, militantes comunistas, Jackson y Boric no pertenecen a partidos oficialistas y tendrán mayor libertad para tomar distancia de la nueva Administración.
La diputada Vallejo integrará la comisión de Educación y llega a la Cámara junto a otros cinco integrantes de su partido, que presumen de tener el mayor grupo parlamentario desde el golpe de 1973. El partido es parte del Gobierno y, por primera vez en 40 años, tiene a una de sus militantes en el gabinete: Claudia Pascual (Santiago, 1972), ministra del Servicio Nacional de la Mujer.
Los comunistas representan cerca del 6% de la fuerza electoral chilena y en este nuevo periodo deberán conciliar la responsabilidad de integrar el Gobierno con su interés de no perder influencia en los movimientos sociales. Controlan importantes agrupaciones de estudiantes y trabajadores, como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y Bachelet espera que el partido represente un dique de contención para controlar las altas expectativas que la población tiene puestas en su segundo mandato.
Fuente: El País
