Al líder nacional del PAN, Gustavo Madero, y al expresidente Felipe Calderón se les vio juntos después de mucho tiempo, pero sólo para la foto en Querétaro. Llegaron a un evento por separado y se fueron igual, tras un tímido saludo durante el acto, sin despedirse.
No hubo diálogo ni abrazo, a pesar de que los dos acudieron a Querétaro a respaldar a Francisco Domínguez Servién en su toma de protesta como candidato al Gobierno de aquella entidad.
La imagen que intentaron mostrar los organizadores del evento en el que los abanderados panistas rindieron protesta, no se logró del todo: la unidad no se observó; al contrario, se evidenciaron las diferencias.
Ni siquiera los llamados a la unidad por parte de los dos principales candidatos, Domínguez y Marcos Aguilar, lograron romper la barrera que separa a ambos personajes.
Primero arribó el dirigente nacional, a bordo de una camioneta blanca, junto con el senador con licencia, Francisco Domínguez; les habían precedido el coordinador de los diputados federales, Ricardo Anaya, y el dirigente estatal, José Luis Báez.
Juntos entraron al lobby del hotel donde se celebró el evento y se sentaron a una mesa del restaurante. Esperaban a Calderón, quien no llegó por ahí.
El ex Presidente entró por la parte lateral del hotel, junto con Domínguez y Aguilar, precandidato a la alcaldía de Querétaro. Los separaban muchos metros y grandes diferencias.
Un segundo intento fallido, un “ajuste de tiempo” en un salón VIP del Hotel, tampoco salió bien.
“Ni se saludaron, estaban en extremos opuestos del salón. La tensión era mucha; apenas hubo un leve saludo cuando Madero tuvo que salir a grabar un mensaje para la campaña de Pancho”, relató uno de los asistentes.
Tras el incómodo encuentro, cada uno por su lado, salieron al evento donde los sentaron junto al candidato al Gobierno queretano; no se voltearon a ver, no se aplaudieron entre sí y menos cuando el dirigente panista criticó a aquellos “maledicientes” que acusan divisionismo en el PAN.
“Esto demuestra y contradice a todas esas maledicencias que tratan de pintar al PAN como un partido derrotado, dividido y que perdió su fuerza. A todos ellos les decimos aquí que vamos directo a la victoria el 7 de junio”, afirmó a escasos metros de Calderón.
Al final, el ex Presidente sostuvo que no tuvo oportunidad de platicar con Madero, y a la afirmación del dirigente nacional respondió con un escueto “sin comentarios”.
Sin embargo, sí alcanzó a señalar que los temas del partido hoy son preocupantes.
“Hoy es un día para apoyar a los candidatos de Acción Nacional, ya habrá tiempo de abordar los temas del partido que son preocupantes, pero por lo pronto estamos en campañas y hay que apoyar a los candidatos y a los militantes que están haciendo un esfuerzo extraordinario”, dijo el ex presidente en entrevista.
Fuente: Reforma