Desde su tribuna en Twitter, entre los viajes y el ocio, Felipe Calderón tiene un doble activismo político que puede ser sancionado por violar los estatutos del Partido Acción Nacional (PAN): promueve la candidatura “independiente” de su esposa, Margarita Zavala, y somete a duras críticas a los “cínicos” Ricardo Anaya y Damián Zepeda, los jerarcas que aún son sus correligionarios.
Este martes Calderón criticó a Damián Zepeda, presidente interino del PAN, por haber calificado de “pésima decisión” el nombramiento de Lizandro Núñez como jefe de la Unidad de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), por haber sido subordinado del precandidato presidencial priista, José Antonio Meade, en la Secretaría de Hacienda.
“Terrible decisión del INE al nombrar en la Unidad de Fiscalización a quien fue empleado de Meade. ¿De todo México era la mejor propuesta? Se debe garantizar imparcialidad en la fiscalización y para ello se debió evitar el conflicto de interés. Pésima decisión”, señaló Zepeda.
Desde su cuenta en Twitter, Calderón anotó: “Hablar de imparcialidad y conflicto de interés… Qué cinismo”.
Y es que, como en este mensaje, a través de esa red social Calderón ha sido un duro crítico de Zepeda, como cuando asumió el cargo, el pasado sábado 9: “Patán Zepeda será el presidente más inculto e inescrupuloso en la historia del PAN. Qué pena”.
Y apenas ayer la emprendió contra Anaya, precandidato único a la candidatura presidencial del PAN y de la alianza con los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, por su “autodedazo”.
Escribió Calderón: “’Dedazo’ y ‘auto-dedazo’ son de un cinismo y autoritarismo que no tienen cabida en una democracia. Si dentro de un partido no hay debate y sólo cuenta una sola persona, el resultado es una política hecha de obediencia y ambición, no de ideas ni de principios”.
El problema para Calderón es que, cuando él se ostentó como presidente de la República, impuso por dedazo al menos a dos presidentes del PAN que fueron también candidatos únicos: Germán Martínez y César Nava.
Y cuando no logró que hubiera un solo precandidato, como para la gubernatura de Yucatán, en mayo de 2007 –la primera elección estatal que hubo tras su llegada a la Presidencia–, hizo todo tipo de maniobras para imponerse, incluido el fraude contra Ana Rosa Payán para imponer a Xavier Abreu.
Esa elección que perdió Abreu ante la priista Ivonne Ortega fue parte de los arreglos que Calderón hizo con Enrique Peña Nieto, quien lo apoyó en la elección de 2006. El presidente del PAN de entonces, Manuel Espino, aseguró que en esa elección la derrota fue deliberada.
Calderón también es promotor de la candidatura sin partido de Margarita Zavala, su esposa, pese a que los estatutos del PAN le prohíben como militante apoyar a un candidato que no es de su propio partido, lo que se define como “deslealtad”.
El artículo 12 de los Estatutos establece que son obligaciones de los militantes “salvaguardar la buena fama pública y el prestigio del Partido, de sus dirigentes y militantes, y en su caso dirimir las controversias ante los órganos partidistas correspondientes”.
Y el artículo 128 establece las sanciones a los militantes (amonestación, suspensión de derechos y expulsión), como en el caso de indisciplina, inobservancia a los estatutos y reglamentos, así como a quienes incurran en difamación y calumnias en contra de militantes y candidatos del PAN.
La expulsión podrá hacerse efectiva al militante que, de manera grave y reiterada, difame y calumnie a otros militantes o sea desleal, “así como por ataques de hecho o de palabra a los Principios de Doctrina y programas del partido fuera de sus reuniones oficiales, por la comisión de actos delictuosos o por colaborar o afiliarse a otro partido político”.
Fuente: Apro