Es una época oscura para ser una franquicia de McDonald’s.
Los propietarios de los restaurantes McDonald’s alrededor del mundo están luchando con una reducción en las ventas, un tráfico que se viene abajo y una fuerte competencia por parte de rivales más emocionantes que ofrecen menús apetitosos.
La situación se ha vuelto tan mala que las franquicias de McDonald’s están preocupadas por la comida que sirven y se sienten más pesimistas en relación a su futuro que en cualquier momento en el transcurso de los últimos doce años, según un nuevo estudio llevado a cabo por el analista Mark Kalinowski de de Janney Capital.
Entre otras preocupaciones, las franquicias de McDonald’s expresaron una profunda frustración con los altos ejecutivos en las oficinas centrales de la compañía y con su incapacidad de mejorar y simplificar el complejo menú de la cadena.
“Podríamos estar condenados”, dijo una persona anónima que participó en el estudio, el cual encuestó a 29 franquiciados nacionales de McDonald’s, quienes tienen en propiedad y operan 200 restaurantes.
Fracaso alimenticio: McDonald’s enfrenta un gran desafío en tratar de robar participación en el mercado negro de marcas de rápido crecimiento como Chipotle, Chik-fil-A y Shake Shack, las cuales ofrecen opciones de alimentos más frescas e interesantes.
Es evidente que el cuaderno de estrategias de los noventas y principios de la década de 2000 simplemente no funciona más.
“No hay nada en el menú que emocione a nuestros clientes”, dijo un franquiciado de McDonald’s.
Otro franquiciado se quejó respecto a que el intenso enfoque de la gerencia en el menú de un dólar “hacía que los clientes piensen que vendemos comida barata, no comida de verdad”.
McDonald’s, que tiene más de 3000 franquicias en Estados Unidos, sabe que tiene problemas profundos. Steve Easterbook, quien asumió el cargo como director ejecutivo a finales de enero, ha prometido mejorar la comida de McDonald’s.
En mayo, expuso una visión de cambio y dijo que la compañía experimentará con nuevos sándwiches y con cambios en la forma en la que los clientes ordenan su comida.
“El mensaje es claro. No estamos en nuestro mejor momento”, dijo Eastbook.
McDonald’s no respondió a una solicitud de CNNMoney de comentarios sobre los resultados de la encuesta.
Falta de confianza: los franquiciados parecen tener poca confianza en la gerencia.
La encuesta demostró que las relaciones entre los franquiciados y la compañía bajaron a 1,45 en una escala de 1 a 5. Eso cae entre “mala” y “regular” y bajó de 2,1 a lo largo de la historia de la encuesta.
Varias personas de las que respondieron se quejaron respecto a que la gerencia está demasiado enfocada en los antojos a corto plazo de Wall Street.
“¡No se interesan por nosotros, solo se interesan por los accionistas!”, dijo un franquiciado.
Sin embargo, la gerencia tampoco ha hecho un buen trabajo en mantener contentos a los inversionistas de McDonald’s. Desde que llegaron a su punto máximo de casi 104 dólares en mayo de 2014, las acciones de McDonald’s han bajado en más o menos un 6%, en el mercado más amplio.
‘Amenaza a la sobrevivencia’: a los franquiciados de McDonald’s también les preocupa endeudarse para financiar las mejoras que pide la gerencia corporativa. Ellos temen que al final queden con restaurantes de bajo rendimiento que nadie les querrá comprar.
“A todos les preocupa que ya no haya operadores que puedan comprar sus tiendas. Sospecho que habrá un alto número de liquidaciones”, dijo un franquiciado.
A ellos también les preocupa que los aumentos de los salarios mínimos en Estados Unidos estén subiendo los costos en una época en la que las ventas no van bien.
“El tema del salario mínimo es una gran amenaza para la sobrevivencia de la comunidad de operadores”, dijo otro franquiciado.
Fuente: CNN