Sin publicidad. Australia le ha declarado la guerra al tabaco y a partir de mañana las cajetillas llevarán, por ley, la marca escrita en letra pequeña, todas con el mismo tipo de letra, en la parte de abajo.
Los paquetes estarán todos ilustrados con fotografías no aptas para almas sensibles que ocuparán tres cuartos de la parte frontal del paquete de pitillos y el casi la totalidad del reverso.
Un fumador dice en un estanco que las fotografías sobre los riesgos del tabaquismo para la salud no le afectan: “estoy acostumbrado a verlas. Quiero dejar de fumar pero porque me lo pide mi novia”, dice.
En el caso de que los fabricantes de cigarrillos incumplan la nueva ley, se contemplan multas que superan los cien millones de dólares y la retirada del producto del mercado.
Según la ministra australiana de Salud, la aplicación del nuevo formato sí ha comenzado a tener resultados positivos, al menos en lo psicológico. “El cigarrillo es legal”, explica, “pero es el único producto legal que mata más o menos a una de cada dos personas que lo consume. Si eso lo hubiéramos sabido antes de introducirlo en el uso común, dudo mucho que hoy fuera legal”.
El Gobierno laborista australiano se convierte así en pionero en la lucha contra el tabaquismo, causa de la muerte anual de unos 15.000 australianos y que supone un gasto de más de 31,000 millones de dólares del presupuesto sanitario del país.
Fuente: euronews