Por Antonio Heras/ Proceso
Desde su aparición pública en el espectro empresarial, el escándalo persigue al empresario jalisciense de origen japonés, José Susumo Azano Matsura. Acusado de aportar 500 mil dólares para apoyar las candidaturas de políticos californianos en 2012 y 2013 en un hecho penado por las leyes estadunidenses, tuvo que pagar una fianza de 5 millones de dólares para librar la cárcel, pero se le confinó a una casa de San Diego y tendrá que usar un dispositivo de localización.
La carrera empresarial de Azano Matsura es una historia de llena de conflictos:
Sus negocios los basa siempre en las relaciones públicas y la seducción que le otorga el poder económico. Ese es el único lenguaje que utiliza este hombre polémico que aseguran sus allegados “no tiene amigos, sólo empleados, intereses…”.
Tan es así que se convirtió en un proveedor exclusivo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de tecnología y equipos de comunicación de alto impacto para el servicio de espionaje, con ganancias superiores a los 5 mil millones de pesos.
El monto de estas transacciones es escandaloso, al igual que la estela que ha ido dejando un hombre al que muy pocos le llaman Pepe, sus trabajadores le dice “Arqui” y en confianza se autodenomina “Bro”.
Negocios verdes
En el caso de servicios de inteligencia y espionaje, la relación contractual del Ejército Mexicano con la empresa de José Susumo Azano empezó en 2010 y en todos los contratos aparece como responsable técnico el director General de Transmisiones, general de Brigada Felipe Ramírez Gómez.
Para abrir boca suscribió el contrato 4550000033, folio SAITE-1203/2010, T/220727097/I/TRANS/C/2010, por concepto de la “Primera Fase de Inteligencia Regional para Incrementar las Capacidades de la S-II (Inteligencia)” del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional (EMSDN) y el contrato 4500006718, folio SAITE-1462/2010, T-341153/137/I/TRANS/C/2010 por “1 (un) Sistema de Designadores Electromagnéticos de Señales Satelitales de Telefonía Celular”.
Un año después, esta misma empresa Security Tracking Devices obtuvo los contratos 4500000525, folio SAITE-135/2011, T/245814/102/I/TRANS/C/2011, para la adquisición de “8 (ocho) Estaciones Remotas Móviles de Radiocomunicación y Sistemas de Inteligencia”; 4500006876, SAITE-520/2011, T/58376/057/I/TRANS/C/2011, para la adquisición de “Equipos y Aparatos de Comunicaciones y Telecomunicaciones”; 4500006908, SAITE-556/2011, T/347244//I/TRANS/C/2011, por el “Sistema de Designadores Electromagnéticos de Señales Satelitales de Telefonía Celular”; 4500000147, SAITE-782/2011, T/178826/092/I/TRANS/C/2011 por la compra de “1 (Un) Sistema Procesador Electromagnético”.
En el último año del sexenio calderonista, se completó el cuadro con los contratos 4550000007, SAITE-539/2012, T/25377/038/I/TRANS/R/2012, y 4550000006, SAITE-540/2012 T/178826/042/I/TRANS/C/2012, al concretarse la compra-venta de la segunda y tercera fases de un sistema de inteligencia castrense.
Por las prisas el área administrativa de la Sedena asignó un número consecutivo inferior al contrato de la tercera fase con relación a la segunda.
La adquisición de equipo con un valor de alrededor de 5 mil 600 millones de pesos por adjudicación directa de 2010 a 2012, llamó la atención del sector gubernamental porque se trata de una empresa de reciente creación, sin historial en la venta de bienes y servicios del ramo y sobre todo por no ser fabricante sino intermediaria.
La justificación de la Sedena de los contratos adjudicados de las tres fases del proyecto del Sistema de Inteligencia Regional para Incrementar la Capacidad de la Sección Segunda del EMSDN fue por la confidencialidad al tratarse de asuntos de seguridad nacional, una de las excepciones que se manejan en los articulados de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público.
Sin embargo, las compras fraccionadas de bienes o servicios representan una ilegalidad, de acuerdo a las leyes de Adquisiciones y de Responsabilidades de Servidores del Sector Público. Es el caso de al menos tres de estos ocho contratos.
Una fuente consultada, cuya identidad se mantiene bajo resguardo, dio a conocer que hay otros negocios en los que está metida la mano del empresario tapatío.
“Los contratos del arquitecto con el Ejército son más grandes, pues son negocios de blindaje para vehículos de operaciones, aviones de transporte y hasta detectores moleculares que fallaron, por cierto”, asegura.
Además, refiere que a principios de 2010 una empresa escudo de Susumo vendió a Sedena un lote de detectores para su uso en retenes militares instalados en diversos puntos del país con la finalidad de descubrir cargamentos de droga, armas o dinero.
La compra de este equipo se realizó sin ningún problema, pero la situación cambió cuando fallaron los detectores en Puntos de Revisión Carreteros. La Secretaría de la Función Pública conoció el caso, pero guardó silencio.
El testigo comenta también que la relación de proveeduría con el Ejército inició en 2009 al adjudicársele contratos para el blindaje de vehículos utilizados en operaciones militares. Esta transacción “se hizo a nombre de la empresa del señor Cosme, uno de sus amigos”, asegura la fuente.
El empresario es de baja estatura, complexión menuda. Es propietario de tres aviones de lujo, los cuales conforman la oferta de la empresa privada Air SAM N492RM, con domicilio en la avenida Orange de Coronado, California. Hace poco más de dos años vendió un avión de 20 plazas que ponía a disposición de sus clientes, al igual que los nuevos.
En la actualidad el avión preferido es un Gulfstream IV que la mayoría de las veces permanece en los hangares de Toluca, Estado de México, y San Diego, California, cuya matrícula es N272TX, con capacidad de 22 pasajeros y número de serie 1322. El arrendamiento de este tipo de aeronaves es de 7 mil 200 dólares la hora, sólo que Susumo Azano no lo renta, lo usa para los negocios.
Otro de sus aviones es un Cessna 750, serie 750-008 y número de registro N199WT. El precio de cada uno de sus aeronaves oscila entre los 8 y los 13 millones de dólares.
Este hombre juega golf, viaja en vehículos de lujo, como el Maserati negro que usa cuando está en California o el Rolls Royce, cuando transita por las calles de Florida. Para el octavo aniversario de su hijo se compró un Mercedes Benz de dos plazas, descapotable, en el que se transportaba para pasar desapercibido. Es coleccionista de automóviles de lujo, aunque su mayor pasión son los relojes finos, sobre todo Cartier, y los encendedores de oro.
Miami, el observatorio
Después de que se ventilaron sus relaciones comerciales con la Sedena, Azano Matsura se guareció en su residencia de la Turtle Green, una calle sinuosa de Coronado en el condado de San Diego, California, enclavada en una zona residencial que puede verse desde Tijuana.
La residencia está valuada en 4 millones de dólares: cuenta con un muelle privado donde ancla una de sus embarcaciones de 40 pies de eslora, un pequeño jardín con asador y alberca. El mobiliario es moderno y contrasta con el piso de mármol importado de España.
También posee una mansión en La Joya, valuada en 6 millones de dólares, donde hospeda a personajes del mundo del espectáculo, como Luis Miguel y Alejandro Fernández, El Potrillo.
La residencia de Susumo Azano está en el mismo vecindario que la de la exlideresa del Sindicato Nacional de Maestros (SNTE), Elba Esther Gordillo, quien la próximo csemana cumplirá un año en prisión. En la cárcel femenil de Tepepan.
Otro que comparte este vecindario de lujo es el empresario gasolinero Alberto Uribe Maytorena, recientemente involucrado en un escándalo de presunta “ordeña” de gasolina en la ciudad de Tijuana, aunque también hay otra clase de residentes, como el caso José Fimbres, uno de los socios del Grupo Calimax.
Las residencias ubicadas en los Cays en Coronado tienen terrazas hacia la bahía donde se observan los yates propiedad de personajes millonarios y hasta góndolas donde pasean turistas para conocer estas residencias.
Estas dos mansiones son concurridas por personajes del ámbito político y artístico. Una reunión cumbre se registró durante el otoño de 1998 en la residencia vecina, donde la profesora Gordillo Morales fue la anfitriona de Susumo Azano y de Ernesto Zedillo Velasco, hijo del presidente de México, un joven que acostumbraba visitarlo mes tras mes durante el segundo tramo del sexenio de su padre.
Negocios peninsulares
En esta entidad, el empresario también tiene cuentas pendientes por saldar. Unas 200 familias que en la década de los 90 adquirieron casas de interés social en Playas de Tijuana lo acusan de fraude.
Hacienda Lindavista está situada en el fraccionamiento El Soler de esta ciudad fronteriza, la cual fue desarrollada porla empresa inmobiliaria de Azano Matsura. El complejo incluyó 450 viviendas de interés medio, de las cuales logró colocar 235 casas en el Fondo de Vivienda del ISSSTE (FOVISSSTE) y el resto lo comercializó la empresa que manejaba José Susumo.
De manera inicial y por adelantado a la construcción del fraccionamiento, el ISSSTE le entregó 17 mil millones de pesos, por mediación de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), durante la dirigencia de Carlos Jiménez Macías y la delegación en Baja California de la dependencia federal a cargo de Guadalupe Gutiérrez Fregoso.
Los jefes de familia beneficiarios de los créditos FOVISSSTE le endosaron los cheques para adquirir una vivienda a la que nunca tuvieron acceso por lo que presentaron denuncias por el delito de fraude que procedieron pero las órdenes de aprehensión contra Susumo se encuentran archivadas desde las administraciones de los gobernadores panistas Ernesto Ruffo y Héctor Terán.
En el sistema electrónico del FOVISSSTE aparecen la guía “Conjunto Habitacional Hacienda Lindavista, Tijuana, B.C.” y consta de 235 claves con nombre y Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
El problema es que no existe seguridad jurídica pues el ISSSTE no firmó la hipoteca correspondiente por lo que se carecen de escrituras en un fraccionamiento donde hay legítimos dueños, además posesionarios y hasta invasores.
En 1994, durante la administración del alcalde Tijuana, Héctor Osuna Jaime, quien después fue senador de la República y presidente de la COFETEL, no fue aprobado el Proyecto Ejecutivo para la edificación de este fraccionamiento ni otorgó las licencias de construcción. Aun así, a la empresa de José Susumo no pareció interesarle cumplir con la normatividad.
A la fecha el conjunto habitacional no ha sido entregado al gobierno municipal pues carece de la documentación necesaria para el trámite del formato F4 por lo que dos décadas después muchos habitantes de Hacienda Lindavista no han podido escriturar su patrimonio y afirman que el dinero que entregaron a Susumo simplemente le salió alas.
El negocio de los litigios
Durante los primeros meses de 2011, Susumo fue acusado también de adquirir un litigio que un particular sostiene con la empresa transnacional SEMPRA Energy, la cual se apoderado del suelo bajacaliforniano donde tiene una planta de generación de energía eléctrica, tres gasoductos y una planta de almacenamiento de gas natural líquido.
El conflicto legal fue adquirido a Ramón Eugenio Sánchez Ritchie en 10 millones de dólares, pagaderos una vez que concluya el pleito legal, según versiones de quienes conocen el trato en el puerto de Ensenada. La relación de Susumo con Sánchez Ritchie se dio a través de una empresaria tijuanense con residencia en California y establecimientos comerciales en el Aeropuerto Internacional de Tijuana.
El litigio es por un predio de 100 hectáreas que SEMPRA afectó al instalarse a 80 kilómetros de Tijuana. Fuentes consultadas señalan que Susumo asegura que le “arrancará” a la transnacional al menos 200 millones de dólares.
El contrato de prestación de servicios que incluye la compra del litigio se realizó el 21 de abril de 2008 y se protocolizó ante el Notario Público de Tijuana Xavier Ibáñez Veramendi donde aparece Sánchez Ritchie como cliente y Susumo Azano como proveedor. Una de las cláusulas señala que el cliente acepta entregar el 55 por ciento del dinero obtenido por pago de daños de Energía Costa Azul, filial de SEMPRA y, en su caso, el 66 por ciento de los terrenos resultantes de este litigio.
Susumo y SEMPRA mantienen el litigio en el área penal, con alta resonancia en el ámbito mediático y político donde Sánchez Ritchie afirma ser posesionario del predio, aunque sólo presenta la solicitud realizada a la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) para pagos de derechos, mientras que la empresa transnacional asegura que compró el terreno de manera legal a la representante de la propietaria original, aunque la transacción se cerró un año después de la muerte de la dueña cuando el documento legal carecía de validez.
Negocios y política
A lo largo de su carrera, Susumo Azano se dio a la tarea de tejer una red de relaciones personales, con personajes como Mario Vázquez Raña, a quien llama “Tío Mario”, y políticos de todos los partidos.
Hace cuatro años dio muestras de sus alcances al forzar la salida del periodista Jaime Flores, jefe de información de El Sol de Tijuana, quien publicó en su columna Cicuta la adquisición del litigio contra SEMPRA Energy y su historial como hombre de negocios.
Fuerte y quedito, entre sus empleados y conocidos, fanfarroneaba que este atrevimiento tendría consecuencias. Y las tuvo. El periodista escribió sobre este asunto: “acostumbrado a ganar dinero a carretadas, al polémico empresario José Susumo Azano Matsuro ya se olvidó del escándalo generado por un ejecutivo de la empresa estadounidense Sempra Energy que lo acusó de intentar extorsionar a este consorcio.
“José Susumo Azano, mexicano de ascendencia japonesa, es ampliamente conocido en Baja California. Hace más de una década este hombre honró la fama chilanga, pues abuso de la ingenuidad de los tijuanenses. Lo mismo vendió casas que solo existieron en las maquetas, que compró propiedades con papel saliva.
“Tan mala fama alcanzó Susumo que hasta sus guaruras llegaban a avergonzarse, de tal forma que decidió entonces establecer su residencia en Coronado California. Desde ese momento presumía su amistad entrañable con Elba Esther Gordillo, su vecina. Luego se regresó al centro del país, pues los problemas rebasaron el banco que operó en San Diego, California.
“En el 2008 Susumo Azano tronó contra el columnista por atreverse a recordar sus triquiñuelas. Susumo maniobró para que Cicuta fuera destituido del medio de comunicación donde laboraba. Desde alguna de sus residencias de la capital del país, Susumo Azano recurrió al infundio para descalificar el texto; le dijo a un amigo mutuo que Cicuta había intentado chantajearlo. Nadie con dos dedos de frente intentaría abusar de un pillo de altos vuelos…”.
Otra excentricidad del empresario es viajar a Las Vegas, Nevada, donde cruza y pierde apuestas de miles de dólares. Circunstancia que parece no importarle pues son boyantes sus negocios con el sector gubernamental mexicano.
Su relación con la clase política no tiene distingos y ha financiado las carreras políticas de priistas, panistas y perredistas.
Esta faceta también se reflejó en el proceso electoral de Estados Unidos. El Comité de Gastos de la candidatura a la alcaldía de San Diego, Bonnie Dumantis, reportó el ingreso de más de 200 mil dólares durante el primer semestre de 2012 como aportación de Air SAM.
Un excolaborador que formó parte de su primer círculo comentó al reportero que el hombre de negocios “tiene nexos con el PAN, aunque Josefina (Vázquez Mota) lo mantuvo a distancia porque estuvo cerca de (Ernesto) Cordero durante la precampaña” presidencial y aunque buscó un acercamiento por todos los medios con Enrique Peña Nieto “sólo ha logrado reunirse con Osorio Chong”.
El ocaso
Susumo Azano se encuentra ahora en problemas, igual que su vecina Elba Esther Gordillo, acusado de financiar en 2012 y 2013 campañas políticas de cuatro candidatos a alcaldes y legisladores en Estados Unidos por montos de 500 mil dólares.
Agentes del FBI lo detuvieron el pasado miércoles 26 en su residencia de Coronado y aunque salió libre bajo fianza, tendrá que estar confinado y usar un dispositivo de localización.
Fuente: Proceso